Por Ramiro García Morete
«Lo más grande de cantar: brillar sin ser estrella en la ciudad». Si la música –tal como alguien dijo– empieza donde acaba el lenguaje… ¿cómo definirla? Y aún más complejo, ¿cómo seducir a esa deidad cautivante y esquiva? ¿Cómo no entender que esa luz que ocasionalmente expedimos no es más que lo que ella se digna a reflejar de su inextinguible lumbre? Pues bien…en ese camino entre tratar de cortejarla, aceptar que es ella protagonista y a la vez tratar de dar con las palabras adecuadas, Lisandro Ibarrolaza comenzó en el pandémico 2020 un curso virtual de líricas. Con el mismo entusiasmo que este año cerraría la carrera de composición en el Conservatorio. Y es que a pesar de tantos años de escenarios y grabaciones, el amor por ella jamás se agota. Y el simple hecho de sentirlo infiere la recompensa en sí. Por eso Los Noventa no corre detrás del éxito sino sencillamente de la canción, que es una de las formas más bellas en que la música se corporiza. Y por eso, tras trabar un vinculo cálido con el profe de ese curso (Rodrigo Manigot, de Ella es Tan Cargosa), ingresarían a Estudios Mirífico para grabar un simple de dos canciones –y algo más– donde la banda que completan Marcelino Disalvo (batería) y Walter Terceros (bajo) demuestra una vez más sus sensibilidad melódica y la capacidad de articular un sonido sólido con la frescura cancionero.
El track «Es hoy» no solo se antoja como gran elogio al presente sino también –y como hemos dejado en claro– a disfrutar de la música por ella misma. Ibarrolaza se explaya: «Un poco es disfrutar el presente, aceptar lo que uno es musicalmente, cuál es la virtud que cada uno tiene en la música. Vivir la vida y no dejar pasar oportunidades, musicales… Hay un poco ahí del reflejo del hoy teniendo en cuenta de dónde venimos: de una pandemia, que estuvimos postergados… es una visión muy optimista. También coincide con cuestiones personales mías, que soy el compositor, en cuanto a que musicalmente cerré este fin de año varios procesos musicales de muchos años. Por ejemplo el estudio en el Conservatorio, que me recibí. Dio la casualidad –o no– que cerré varios círculos en cuestiones musicales que me hicieron relajar y disfrutar lo que construí en mucho tiempo, tanto yo como mis compañeros de banda que tuvieron su historia musical».
En la portada –donde la banda corteja a Euge de los Santos, música que representaría a Santa Cecilia– hay unas botellas como las que se arrojan al mar… ¿es eso una canción?¿Una botella al mar?: «Es una buena observación –asiente Ibarrolaza–. Sí, es una canción… lo que quisimos reflejar en el arte es la música mediante la modelo, con mucha expresión… y nosotros de algún modo con nuestras herramientas poder satisfacer mediante hermosas recetas musicales y comidas melódicas. Por eso están todos nuestros objetos dentro de lo que sería una hermosa cena a Santa Cecilia, la diosa de la música. Un poco quisimos hacer referencia a eso».
Respecto a la participación del vocalista de Ella es Tan Cargosa, Ibarrolaza cuenta: «Construimos una hermosa relación. En la pandemia en el 2020 yo empecé un taller de creación de letras que él dictaba. Y al final me re copé y estuve todo el año por la modalidad virtual cursando. Después nos hicimos amigos charlando mediante el celular y lo fui a ver tocar en su proyecto acústico. Y si bien la canción es muy personal de cosas que me pasaron a mí, nunca dejé de pensar en él en algunas estrofas. Teniendo en mente que él pueda cantar él, con lo poco que lo conozco, pero traté que de alguna manera la letra lo pueda identificar. A partir de eso lo invité. Es una persona muy humilde e hizo posible este encuentro musical que para mi realmente ha sido un sueño cumplido».
Para el futuro próximo, «los planes son tocar en vivo, tratar de reproducir esta grabación, los anteriores EP y esas ocho o diez canciones nuevas que siguen sonando en los ensayos. Y de algún modo empezar a funcionar como banda: poder juntar dinero para grabar, porque siempre es difícil».