Desde la noche del jueves, con las últimas negociaciones previas al vencimiento de 731 millones de dólares del viernes (que se terminó pagando), la agenda política en todos los medios del país estuvo ocupada por el anuncio de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional que, aunque resta definir detalles, reemplazará al fracasado stand by firmado por Mauricio Macri en 2018.
Desde la emisión del mensaje del presidente en la mañana del viernes y tras la conferencia que compartieron el ministro Guzmán y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, dirigentes de todo el arco político evaluaron el anuncio y, con más o menos compromiso, sentaron su posición respecto de la negociación.
«El gobierno de Macri contrajo la deuda más grande de la historia del FMI, a devolver en sólo 5 años. En estos 2 años ya se pagaron US$ 6.400 millones; en los próximos 2 meses vencen US$4.000 millones más y en los próximos 2 años, otros US$43.000 millones. Impagable. Imperdonable», escribió en sus redes el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y manifestó: «Esperamos que la oposición colabore y se haga cargo del desastre que dejó a su paso». «El Presidente anunció hoy que el FMI refinanciará esos vencimientos, lo que evitará una verdadera catástrofe en lo inmediato», afirmó el mandatario bonaerense.
En la misma línea se sumaron otros mandatarios provinciales, como la santacruceña Alicia Kirchner, el riojano Ricardo Quintela, el fueguino Gustavo Melella o el sanjuanino Sergio Uñac, entre otros, que destacaron el resultado de la negociación. «Hoy hemos evitado caer en el default al que estaba condenada la Argentina por la irresponsable e impagable deuda tomada por el expresidente Macri, que financió la fuga de dólares de unos pocos a costa de hipotecar el futuro del pueblo argentino», enfatizó el formoseño Gildo Insfrán.
También desde la oposición hubo gobernadores que incluso se adelantaron al mensaje conjunto que emitió Juntos por el Cambio. «Es una buena noticia para el país el principio de acuerdo entre el Gobierno nacional con el FMI. Es un primer paso positivo, ya que el default hubiera sido negativo para nuestra economía», sostuvo Gerardo Morales, gobernador de Jujuy.
Entre los mensajes de apoyo al nuevo programa, desde Brasil también hizo llegar su saludo el expresidente Luiz Inácio «Lula» Da Silva, quien reconoció desde su cuenta de twitter: «Me alegró mucho que el gobierno argentino, bajo el liderazgo de mi amigo Alberto Fernández, lograra negociar un acuerdo sobre la deuda del país que preserva la soberanía y la posibilidad de velar por el desarrollo y la justicia social del pueblo argentino», evaluó. «Sincera gratitud a mi querido Lula por preciarme con su amistad y por su eterno compromiso con el Pueblo argentino», contestó el mandatario argentino.
Durante la tarde del viernes, desde Juntos por el Cambio emitieron un comunicado donde calificaron como positivo el principio de acuerdo, aunque dijeron que evaluarán su postura definitiva cuando se trate en el Congreso. Las críticas desde el oficialismo no tardaron en llegar, no solo porque el préstamo se pactó durante la Administración de Macri, sino porque se hizo sin participación del Congreso.
Las claves del nuevo acuerdo
El nuevo programa, según explicó el ministro Guzmán en la mañana y más tarde detallaron desde el FMI, tendrá una duración de dos años y medio, donde las revisiones trimestrales que realice el organismo determinarán los desembolsos de dinero para que Argentina cancele el préstamo récord. Pero en total el acuerdo de facilidades extendidas tendrá una vigencia de diez años con cuatro y medio de gracia, que implica que el país no comenzará a cancelar el nuevo crédito hasta 2026. Luego, los vencimientos seguirán hasta 2032.
En el plano fiscal, el principal escollo que encontraba el acuerdo entre las partes, el Gobierno reducirá el déficit llevándolo a 2,5 % en 2022, 1,9 % en 2023 y 0,9 % en 2024. Durante la conferencia del jueves, Guzmán explicó que esa reducción no implicará un ajuste, sino que de hecho se acordó con el Fondo una expansión «moderada» del gasto que no trabe la recuperación económica. Para la baja del déficit, el ministro apuntó a fortalecer la administración tributaria a través de medidas que reduzcan la evasión y el lavado de dinero.
Otro de los puntos está referido, también en materia de déficit, al financiamiento monetario a través del Banco Central, que para este año se reducirá al 1 % del PBI, 0,6 % en 2023 y llegaría a cero en 2024.
Un aspecto que seguro continuará en la mesa de negociación es el de los subsidios a las tarifas de servicios públicos. Mientras el ministro negó que haya algún tipo de reforma al esquema tarifario planteado por el Gobierno por el momento, desde el organismo señalaron un acuerdo alcanzado para la reducción de esos subsidios.
En materia cambiaria y monetaria, por otro lado, se acordó un esquema de tasas de interés reales positivas que generen atractivo sobre los activos en pesos para descomprimir el mercado cambiario.
Uno de los aspectos destacados que resaltó en su mensaje Alberto Fernández es que no se acordaron reformas estructurales en materia previsional, laboral o de privatizaciones de empresas públicas como sí ha sucedido en programas de similares características.