Tal como en ocasiones anteriores, sectores disidentes del radicalismo vuelven a manifestar su descontento con el rumbo adoptado por la alianza Juntos, y denuncian una vez más el intento de relegar la participación de cualquier sector crítico hacia la hegemonía del macrismo. El escenario cobra mayor delicadeza ante una nueva reforma a la carta orgánica de la UCR de la provincia de Buenos Aires que, según denunciaron, busca achicar la participación de sus afiliados y coartar la democracia interna del partido.
Así lo definieron en un comunicado firmado por cientos de referentes, agrupaciones y militantes del partido centenario, donde destacan que desde la plana mayor de la UCR buscan instaurar una serie de reformas orientadas a achicar el protagonismo de los sectores populares.
Entre los principales puntos de esta reforma se destaca el «pago de una cuota por parte los afiliados», con lo cual quien no tenga la cuota al día no podrá elegir ni ser elegido. A esto se suma el voto obligatorio en las internas y la reducción del número de convencionales a trescientos, dejando las secciones más grandes menos representadas.
«Esta reforma busca achicar el partido, limitar la participación del afiliado. Sobre todo de aquellos afiliados que no adherimos al pacto PRO-UCR, porque no aportaríamos a financiar las campañas de JxC. Cobrar una cuota de afiliación es una estafa, ya que quien no lo haga no podrá elegir ni ser elegido, así que, desde una cosmovisión clasista, buscan reducir los mecanismos democráticos internos», dijo a Contexto Lucio Le Moal, presidente de la Juventud Radical Comité 9na Sección, La Plata.
Los cambios que plantea la reforma, según expresan los sectores disidentes, apuntan a condicionar la participación del afiliado en pos de un sistema de «elección indirecta», maniobra para blindar los actuales cargos dirigenciales del partido, hoy alineado con el PRO dentro de Juntos.
«La intención del macrismo es convertirnos en un partido vecinal, por eso la idea de esta reforma. Es limitar la participación del afiliado cobrando una cuota mensual, convirtiendo el partido en un club de barrio, prácticamente. Esta reforma tiene como objetivo garantizar la gobernabilidad en la UCR y proteger el pacto con el PRO», agregó Le Moal.
En el comunicado aclararon: «Desde la militancia vemos con absoluta preocupación esta reforma porque consideramos que la elección indirecta posibilita la designación de una conducción que no ha obtenido la mayoría del voto popular, aislada y alejada del pueblo».
Entre quienes sellaron su adhesión al comunicado figuran los nombres de Silvia Inés Escobedo (secretaria gral. de la CTA Buenos Aires, distrito Bragado); Bruno Agustín Cimino (afiliado radical, distrito La Plata); Gabriela Verónica Molina (referente 14 bis en ATE, distrito Campana); Rubén José Feliú (militante del Movimiento de Afirmación Yrigoyenista, distrito Monte Grande); Daniel Eduardo Machado (secretario gral. de la CTA Autónoma, distrito Gral. Belgrano); Juan Ramón Martínez (secretario gral. 14 bis en ATE, distrito Berisso); Cattaneo Carlos (referente del espacio Raíces, distrito La Plata); Susana Feito (Radicales Lista 3, EPA Nacional, distrito CABA); Patricia Folino (Radicales Lista 3, distrito Lanús); Silvia Villarejo (militante del EPA, R. A. y Lista 3, distrito CABA). Las firmas siguen.