Por Roberto Álvarez Mur
“En principio, y desde la concepción que tenemos de la extensión universitaria, creo que esos lazos de comunicación con la comunidad son la base de la Universidad pública”, dijo a Contexto la licenciada Jimena Espinoza, a cargo del stand de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP en la decimotercera edición de la Expo Universidad, que hoy abrió sus puertas en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata, donde las diecisiete Facultades recibirán hasta el 2 de octubre a cientos de jóvenes en sus stands, quienes tendrán allí la oportunidad de un primer acercamiento al mundo académico.
Espinoza, quien además es prosecretaria de Extensión de la casa de Periodismo, destacó la importancia fundamental de construir espacios de encuentro entre la Academia y el afuera, y cómo ese diálogo influye a nivel político y social: “Desde Periodismo y Comunicación Social, ponemos en discusión la idea más tradicional de la extensión, que considera que en el barrio y la comunidad hay un territorio que la Academia no tiene. Creemos que tanto la Universidad como el territorio construyen ambos un mismo conocimiento”.
Y agregó: “Si bien cada uno tiene un saber determinado y somos distintos, entre ambos construimos ideas y acciones que modifican y mejoran la vida de las personas. Es indispensable que el contacto con el territorio y sus personas sirva para repensar y mejorar las políticas públicas”.
«Es indispensable que el contacto con el territorio y sus personas sirva para repensar y mejorar las políticas públicas.”
La política de extensión abarca el diseño, la planificación y la gestión de proyectos y programas de extensión universitaria; la promoción de espacios de formación en extensión universitaria; el diseño de convenios entre instituciones y la gestión de pasantías y cursos, al igual que la producción de materiales comunicacionales.
“Existen múltiples modos de generar lazos con el territorio desde esta Secretaría de Extensión en particular. Uno de los más importantes es el proyecto de Voluntariado Universitario, donde estudiantes, docentes, no docentes y graduados presentan diferentes propuestas y hojas de ruta que se construyen en conjunto con diferentes organizaciones sociales, en base a diversas problemáticas que atraviesan a la comunidad”, explicó.
La presencia en diferentes instituciones, el trabajo en modos de difusión y estrategias de comunicación de sus actividades, representan algunas de las labores que encaran año a año decenas de estudiantes y docentes. “La Facultad se vincula con muchísimas organizaciones de distinto tipo, desde comedores comunitarios o escuelas, hasta sociedades de fomento o clubes. Y planificamos proyectos acorde a diferentes ejes temáticos, como pueden ser salud, comunicación, educación, o incluso vinculados a la historia”.
Asimismo, Espinoza señaló los desafíos, obstáculos y potencialidades de estas políticas que están en permanente actividad. “En principio, como en la mayoría de los espacios, hay que tener en cuenta que partimos de una Universidad que, aun con todos sus avances y conquistas, es bastante conservadora. Dentro de la Universidad confluyen muchas miradas acerca de lo que implica el contacto con el Otro. En ese sentido, desde Periodismo sostenemos una mirada en la que los actores institucionales creemos en la potencialidad y el valor de los saberes del territorio. Y creemos que en ese encuentro está lo más enriquecedor”.
En muchos casos, el trabajo de extensión hacia la comunidad se ha visto como “la hermana menor de la investigación”. Luego de varios años, hoy se está discutiendo la introducción de las prácticas de extensión como parte curricular y constitutiva del perfil profesional.
Los saberes retroalimentados
“Otro punto destacable es pensar cómo el proyecto extensionista y el saber del territorio retroalimentan el saber académico. Eso nos sirve para volver a las cátedras y repensar nuestros saberes como Academia. Eso genera nuevas preguntas de investigación y maneras de mejorar las inquietudes mutuas”, explicó Espinoza.
“Otro punto es pensar cómo el proyecto extensionista y el saber del territorio retroalimentan el saber académico. Eso nos sirve para volver a las cátedras y repensar nuestros saberes como Academia.»
En esta línea, el trabajo de acercamiento entre Universidad y territorio va más allá de la mera voluntad o la militancia. Según afirma Espinoza, estos espacios se alejan de la vertiente de lo solidario, en la cual hay que hacer una supuesta devolución benéfica de la educación hacia la sociedad, que paga con los impuestos la Universidad. “No es cuestión de devolver, sino de construir juntos, y ese es nuestro perfil como Universidad pública”.
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