En el arranque del debate en comisión del proyecto enviado por el Gobierno nacional al Congreso con el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional, el Ministro de Economía, Martín Guzmán, expuso en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados y pidió el acompañamiento de los distintos bloques legislativos a la norma.
Estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; la titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el enviado argentino ante el FMI, Sergio Chodos; entre otros funcionarios del equipo económico del presidente Alberto Fernández.
Para Guzmán, el entendimiento alcanzado con el organismo se contrapone a «una alternativa que es un crecimiento de la incertidumbre que desde nuestro punto de vista no puede redundar en nada mejor, y por el contrario va a generar una situación de profundo estrés cambiario con consecuencias inflacionarias, y negativas sobre la actividad económica, el empleo y la pobreza».
«En este acuerdo no hay ninguna reforma que implique restricción de derechos, no hay reforma previsional y no hay reforma laboral», remarcó el ministro, y destacó: «Es responsabilidad del Gobierno marcar el potencial desestabilizante si Argentina no puede enfrentar sus compromisos externos. Este acuerdo es un paso, establece un principio de solución a un problema realmente grave».
También consideró que el programa económico acordado, que acompaña al acuerdo en sí a través del cual el FMI asistirá al país para cancelar la deuda, contiene políticas «consistentes con los objetivos económicos y sociales a los que estamos apuntando, de generar trabajo y empleo, mayor dinamismo productivo, ayudar a fortalecer estabilidad económica y poder atacar nuestros problemas sociales». «No hay una filosofía en la cual el Estado cumple un rol que daña en lugar de ayudar a las posibilidades de desarrollo económico y social», agregó.
Entre preguntas y consideraciones de los distintos legisladores, desde Juntos por el Cambio cuestionaron que el proyecto contenga consideraciones respecto del fracaso del programa firmado por Mauricio Macri, tal como sucedió durante la inauguración de las sesiones ordinarias el pasado 1º de marzo, cuando el bloque PRO se levantó de sus bancas durante el discurso presidencial.
Además, cuestionaron el tratamiento en el Congreso de la norma. El diputado Luciano Laspina consideró que el Gobierno busca con la discusión legislativa «hacernos socios del ajuste inevitable que tenemos por delante». «Argentina debe actuar como Estado nación. No debe ocurrir más que un Gobierno llegue y tome decisiones que tiene fuertes consecuencias sobre varias generaciones. Esto es parte del fortalecimiento de la Argentina como república. No es una cuestión de coraje o falta de coraje, sino de construcción de una república», respondió Guzmán.
En otro momento, el ministro fue consultado acerca de si el espíritu de la norma es de contraer deuda para pagar deuda. «No está agregando un solo dólar de deuda a la deuda que se tomó en el programa stand by del 2018», respondió.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, sostuvo durante la jornada que «el programa que se ha presentado asume como compromiso central que nuestro país continúe con la senda del crecimiento sostenible con inclusión, evitando un acuerdo basado en políticas de ajustes y reformas que quiten derechos laborales y previsionales», y pidió que «el conjunto del sistema político demuestre una actitud responsable que ponga el interés de los argentinos por encima de las cuestiones electorales de la compulsa política».