Luego de la media sanción que obtuvo en Diputados el proyecto enviado por el Ejecutivo para la refinanciación del préstamo acordado con el FMI por la Administración de Mauricio Macri, funcionarios del Gobierno nacional encabezados por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, inauguraron el debate en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado.
En una jornada marcada por los cruces internos hacia el interior del Frente de Todos, luego de la votación dividida en la Cámara Baja y, fundamentalmente, tras los hechos de violencia contra el despacho de la vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, la exposición de Manzur comenzó con el repudio del ataque que se encuentra bajo investigación.
«Quiero traer mi profunda preocupación y el más absoluto rechazo a los hechos de violencia ocurridos acá mismo, que han afectado directamente a la señora vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner. La violencia de ningún modo puede ser aceptada como un modo de acción cuando en Argentina vivimos y respiramos una rica democracia que permite la más amplia y profunda discusión sobre cada una de las discusiones de cada espacio político existente», dijo.
De esa manera, el jefe de Gabinete remarcó en «nombre del Gobierno nacional» el repudio contra lo que se sospecha fue un ataque premeditado y dirigido específicamente a la oficina donde se encontraba la titular del Senado junto a su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, y su secretario privado.
Sobre el acuerdo que podría llegar al recinto el jueves, el funcionario destacó que «es la primera vez en la historia parlamentaria que un proyecto de refinanciación de deuda con el FMI es discutido con tanto detalle por nuestros legisladores y legisladoras. Esto ha dotado a este proyecto de la legitimidad democrática y popular que se buscaba». Asimismo, señaló que todos los sectores pudieron expresarse respecto del acuerdo alcanzado. «No solo lo han discutido los diputados y diputadas: también nos hemos presentado los funcionarios del Gobierno nacional, gobernadores provinciales, miembros de la sociedad civil, trabajadores y empresarios», afirmó.
«El primer objetivo es abordar el problema que se presenta en la balanza de pagos para este año y los dos años próximos, producto del acuerdo de un programa stand by del año 2018 donde la Argentina acumula una carga de deuda récord con el FMI y constituyen vencimientos de 19.000 millones de dólares para este año y de 20.000 millones de dólares para el 2023», dijo, por su parte, el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Según el titular de la cartera económica, «estos son montos de niveles tales que no hay ninguna posibilidad de que sin este acuerdo se pueda hacer frente a esta carga». En este sentido, consideró: «Básicamente, lo que buscamos evitar es que la Argentina tenga una situación de profundo estrés en el frente cambiario e inflacionario que descarrile la recuperación económica y que tenga consecuencias negativas sobre el empleo, la pobreza y la distribución de los ingresos».
«Tenemos un contexto internacional delicado y complejo, como son la pandemia y la guerra de Rusia y Ucrania, que ha implicado un impacto de forma directa en la canasta alimentaria de la Argentina, y es aquí donde adquiere singular importancia la posibilidad de resolver las tensiones en la balanza de pago que, en lo inmediato, afronta la Argentina», analizó Guzmán.
En esa línea, cabe recordar que en el marco del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ya están en discusión algunos aspectos clave para el desenvolvimiento de los precios en el país vinculados al encarecimiento del precio de las commodities: la reducción de subsidios a los servicios públicos, en el marco de la suba del precio internacional de la energía, y la posibilidad de que el alza de precios de los alimentos a nivel local se acoplen a la suba en el mercado exterior.