El ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió este viernes en Washington con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, con quien discutió el desarrollo del programa económico pactado entre ambas partes en el marco del acuerdo de facilidades extendidas firmado en marzo pasado.
Tras un encuentro de 45 minutos, el funcionario dialogó con la prensa en la Embajada argentina en Estados Unidos, y adelantó que por el momento no habrá cambios en las metas acordadas. No serán modificadas ya que «el programa económico viene en la línea de lo planeado».
«Las metas no se van a cambiar. Lo que hay es que se está repriorizando la política de la protección social, dado el impacto de la guerra en los precios de los alimentos», dijo Guzmán. En ese sentido, la directora ejecutiva del organismo dijo que, además del progreso del programa de cara a la primera revisión de la que dependerá el próximo desembolso, discutieron acerca del «desafío de abordar la inflación frente al impacto de la guerra en Ucrania».
«La situación en la guerra ha impactado en tres dimensiones. Por un lado, en los términos de intercambios, que ha tenido efectos algo positivos en la dinámica de la balanza de pagos. Ya que ha habido aumentos en los precios de los commodities, minerales y petróleo, que son productos que Argentina exporta, más que compensa el impacto que se da en el precio del gas natural licuado. Esto además se afianza gracias a un buen acuerdo que tuvimos con Bolivia y el acuerdo con Brasil en el sector energético. Es menos negativo el impacto de la guerra en términos fiscales», consideró el ministro.
Sin embargo, analizó que «el programa económico viene en la línea de lo planeado. La economía continúa creciendo a paso firme y generando empleo. El desafío que se presenta con la crisis de Ucrania es el de la inflación de los precios internacionales».
Para enfrentar ese impacto, el titular del palacio de Hacienda destacó la necesidad de contar con una «política macroeconómica consistente: un programa fiscal, monetario y cambiario, y eso es lo que hemos trazado». En esa línea, resaltó el crecimiento de las divisas y el fortalecimiento de las reservas internacionales, acompañado por la política de precios y salarios que lleva adelante el Gobierno junto a empresas y sindicatos.
El ministro también fue consultado por el proyecto de ley para gravar la denominada «renta inesperada» que tuvieron las grandes empresas en el marco del conflicto ruso-ucraniano. «Respecto al proyecto a la renta inesperada, lo hemos hablado con el FMI y junto con muchos otros países que están buscando contener los efectos distributivos por la guerra. Por ejemplo, Italia anunció un esquema a la renta inesperada por el impacto en el sector energético. Nosotros buscamos que el contexto internacional no genere un efecto inequitativo en el país», afirmó.