Agentes de la División Trata de Personas de la Policía Federal detuvo en La Plata a un hombre, acusado de ser quien secuestró y asesinó a Johana Ramallo, joven que desapareció el 26 de julio de 2017 y cuyo cadáver mutilado fue hallado en las costas de la ciudad de Berisso en agosto de 2018, informaron hoy fuentes judiciales.
Se trata de Carlos Omar Rodríguez, alias «El Cabezón», cuya detención fue ordenada por el juez federal Alejo Ramos Padilla, quien lo indagará en las próximas horas.
La mamá de Johana, Marta Ramallo, dijo que este hombre está señalado por ser un «importante proxeneta que regentea la mitad de la zona roja de La Plata», y que había escuchado su nombre cuando comenzó a recorrer las calles buscando a su hija, desaparecida cuando tenía veintitrés años.
«Me llegó el nombre de este hombre, El Cabezón, como quien habría secuestrado y matado a mi Joha. Desde el inicio aporté a la Justicia este nombre, que es el capo de la zona roja, di su nombre para que lo investiguen, lo indaguen, pero siempre tuvo alguien que lo amparó», explicó la madre a la agencia Télam. «Lo citaron a declarar en el expediente, no como imputado, y dijo que en algún momento había sido pareja de mi hija, pero se sentaba en los juzgados federales y les mentía en la cara», agregó.
«Yo se lo prometí a mi hija cuando me la entregaron en una urna de madera. Le dije que encontraría a quien le hizo eso. Se lo debía a mi hija y a mi nieta. La Justicia tarda pero llega», dijo rotunda.
El caso
Johana desapareció el 26 de julio de 2017 en la esquina de 1 y 63, en el barrio conocido como zona roja de la ciudad. Casi dos meses antes, se había separado del padre de la niña, había regresado a la casa de Marta y los problemas económicos la habían puesto en situación de prostitución.
Desde su desaparición, su madre comenzó un largo camino de lucha para saber qué pasó con su hija, quien se presume que fue víctima de una red de trata que opera en la ciudad. En mayo de 2019 se confirmó que los restos encontrados ocho meses antes en Berisso coincidían con el ADN de Johana.
La causa, llevada por el Juzgado Federal N° 1 de La Plata, tiene más de 45 cuerpos, pero hasta el momento no tenía ningún imputado. En un principio estuvo caratulada como simple «averiguación de paradero» y se hizo cargo la fiscalía penal. Aunque luego, tras el reclamo de la madre y sus abogados, la desaparición pasó a ser investigada como «trata de personas» por la Justicia federal.