Mientras las calles aledañas al Congreso de la Nación eran copadas por miles de mujeres convocadas por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en un nuevo «Martes Verde», en el Anexo de la Cámara de Diputados un nuevo plenario de comisiones, conducido por el macrista Daniel Lipovetzky, presidente de Legislación General (comisión cabecera), y acompañado por sus pares del resto de las comisiones, se realizó para la tercera reunión informativa, que tuvo entre sus oradores a religiosos, actrices, periodistas, filósofos, profesores, abogados y profesionales de la salud.
A diferencia de las sesiones anteriores, por la mañana pasaron los oradores a favor de los proyectos de interrupción legal presentados, siendo el principal el de la Campaña, mientras que por la tarde se hicieron presentes los sectores antiderechos, autoproclamados “provida”.
«el origen de la vida es un debate que no vale la pena priorizar frente a las urgencias de la existencia social del aborto. No discutamos metafísica para dirimir cuestiones públicas»
La actriz Muriel Santa Ana contó las razones por las que se practicó un aborto. «No deseaba inscribir mi cuerpo en el orden simbólico de la maternidad por imposición». «Acá, señoras y señores, no se trata de discurrir sobre los límites de la vida y la muerte. Porque entonces tengo una pregunta para hacerles: ¿qué significa para ustedes una mujer muerta? Acá se trata de aborto clandestino o aborto legal», manifestó la actriz, fuertemente aplaudida durante su intervención. “El aborto existe, existió y existirá, legislen ustedes lo que legislen. Si este proyecto fuera rechazado, llevarán de aquí en más sobre sus espaldas a las muertas que produzca el aborto clandestino.»
Qué emoción el discurso de Muriel Santa Ana. Siempre tan clara y con la justa. #AbortoLegalYa https://t.co/KrbqWyOuhn
— Iair Dijo (@iairsaid) April 17, 2018
El docente y filósofo Darío Sztajnszrajber también fue de la partida y hechó luz acerca de uno de los fundamentos de los sectores que rechazan el proyecto. «El debate sobre el origen de la vida es un debate que no vale la pena priorizar frente a las urgencias de la existencia social del aborto. No discutamos metafísica para dirimir cuestiones públicas», consideró. «Nuestra sociedad tiene que hacerse cargo de las desigualdades sociales que condenan a las mujeres a abortos en condiciones infrahumanas. Tiene que hacerse cargo de acompañar el proceso de emancipación del cuerpo de la mujer», sostuvo el filósofo, quien remarcó que «una mujer que no decide sobre su propio cuerpo es una ciudadana de segunda». «Si se aprueba esta ley, nadie te va a obligar a que abortes. No sigas obligando vos a que muchas mujeres no puedan decidir sobre sus cuerpos.»
Gabriela Guerrero, pastora pentecostal de la Comunidad Dimensión de Fe, dio claras muestras de que la religión también puede acompañar a las mujeres y personas gestantes en el marco del debate por el aborto. “Sin la vida digna y justa para las mujeres, el proyecto de Jesús no es posible”, sostuvo la referente religiosa. “La despenalización y legalización tiene que ver con ampliación de derechos. Nos despojan de nuestros cuerpos y decisiones con un mito casi fanático donde prima una dominación masculina”, marcó Guerrero. “Como pastora pentecostal. defendemos el aborto seguro, legal y gratuito. Por eso nuestra autodeterminación y libertad de conciencia. El amor que nos negaron es el impulso para cambiar el mundo. Aborto legal, seguro y gratuito. Amén”, concluyó la pastora, fuertemente aplaudida.
Raquel Vivanco, referente de Mujeres por la Matria Latinoamericana (Mumalá), subió el tono de la discusión con una bombacha entre manos, en referencia a una de las expositoras que estuvo en su lugar el jueves pasado y que señaló que “las chicas de trece y catorce años no piensan con la cabeza, sino con la bombacha”. “Se dijo que las que abortábamos somos borrachas, trolas, que pensamos con la bombacha y no con la cabeza. ¿Ese es el nivel de discusión de quienes están en contra del aborto?”, y al levantar la prenda interior fue increpada por la diputada Cornelia Schmidt-Liermann (PRO), pero Lipovetzky no permitió el intercambio. “Yo aborté y vengo a decirles que voten a favor del proyecto de legalización del aborto o se abstengan, pero que no voten en contra de las mujeres, no voten en contra de nuestros derechos. Estamos enojadas, estamos dolidas, estamos hartas. Y les decimos basta”, sostuvo Vivanco.
Gabriela Guerrero: “Sin la vida digna y justa para las mujeres, el proyecto de Jesús no es posible”.
La periodista y abogada Julia Mengolini se encargó también de remarcar las ridículas intervenciones y argumentos que se escucharon de los expositores. «Se puso en duda acá que una mujer que quiere abortar quiera hacerlo. Con esa pregunta se anula por completo el discernimiento y la capacidad de las mujeres, negándoles eso que reclaman para el embrión: su calidad de persona», sostuvo. «Quienes han venido a manifestarse en contra han demostrado una intolerancia con las mujeres en general, y para las que abortan, para ellas, sólo tienen reservados estigmas y prejuicios», agregó Mengolini, quien llamó a que “no perdamos la oportunidad, no perdamos más tiempo; no perdamos más vidas”.
“El cielo será testigo de la decisión que tomen”
Con la fiel presencia en cada reunión informativa de la Universidad Católica Argentina (UCA) y del Hospital Universitario Austral (del Opus Dei), los fundamentalistas se manifestaron por la mañana apelando a fotos de bebes, efectos de sonido que emularon el latido de un corazón, testimonios personales y médicos y profesores en contra incluso de las causales que hoy reconoce a la ley.
El médico pediatra y neonatólogo del Hospital Universitario Austral, Rodolfo Keller, comenzó acusando a los legisladores de asesinos. «Quienes decidan dar un voto favorable a la despenalización del aborto sepan que estarán ensuciando sus manos con sangre de inocentes», advirtió, al tiempo que llamó a votar “con amor a la patria y al prójimo”.
José María Augerre, profesor de Filosofía de la UCA, también tuvo definiciones polémicas al comenzar hablando “del nazismo y la guerra”, para continuar diciendo que el aborto es “el más abominable de los crímenes, que es de lo niños por nacer”, al tiempo que manifestó su rechazo incluso a una de las acepciones que hoy reconoce el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE): “En caso de violación, el aborto significa aplicar la pena de muerte al inocente”.
El hermano de Joaquín de la Torre, el ministro ligado al Opus Dei de María Eugenia Vidal, fue también una de las voces en contra. “En los países donde se legalizó el aborto se valida aún más la violencia contra la mujer. Y déjenme decirle que el postaborto es devastador, aún en caso de violación”, argumentó Pablo María de la Torre, médico pediatra, secretario de Salud de San Miguel y excandidato de Cambiemos. “La legalización no responde a una necesidad del Estado, sino a una de poderosos. Utilizan a la mujer pobre como argumento y eso es subestimarlas.”
Patricia Moreno, exdiputada porteña, mantuvo un discurso similar al esgrimido radialmente por el hoy senador de Cambiemos Esteban Bullrich («Si es una beba, ¡Ni Una Menos!») y habló de que el aborto le genera al Estado una “contradicción entre la mujer nacida y no nacida”, siendo que debe posicionarse del lado “de la más débil, que es la no nacida”.
El hermano de Joaquín de la Torre, el Ministro ligado al Opus Dei de María Eugenia Vidal, fue también una de las voces en contra.
Los legisladores también convocaron a Christian Webber, un joven que fue adoptado por Evelyn Rodríguez (otra de las exponentes, referente de una organización autodenominada “provida”), quien narró su historia y el encuentro con su madre biológica para darle gracias por no haberlo abortado. En su exposición, apuntó a los legisladores: “Hoy tienen la enorme responsabilidad de elegir entre la vida y la muerte. El cielo será testigo de la decisión que tomen”, y llamó a permitir “que otros niños puedan nacer» como él.