Este jueves Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la identidad del nieto 131, luego de tres años de que se dio a conocer al nieto 130, un hecho que desde el organismo de derechos humanos consideraron «esperanzador» de cara al año próximo.
«Como si el fin de año se hubiera empeñado en cumplir deseos, luego de casi tres años, volvemos a celebrar el hallazgo de un nuevo nieto, el 131. Otra vez confirmamos que los casi 300 hombres y mujeres que viven con su identidad falseada están entre nosotros, y nos volvemos a ilusionar con un 2023 con más restituciones», anunciaron esta tarde a través de un comunicado oficial.
Horas después, Estela de Carlotto encabezó una conferencia de prensa en la que brindó más detalles acerca de este hecho. «Es una muy buena noticia, que completa un poco el premio que tuvimos con el fútbol. Esto es más que eso para nosotros, es una muy buena noticia que nos despide el año como dándonos esperanza de los que faltan todavía», celebró.
La titular de Abuelas explicó que se trata de un hombre de 44 años, hijo de Aldo Quevedo y Lucía Nadín, dos militantes mendocinos del Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), que huyeron de su provincia por la persecución que allí tenían, terminando en Buenos Aires, donde fueron secuestrados por las fuerzas militares en octubre de 1977.
Estela precisó que «Lucía estaba embarazada de dos o tres meses cuando fue secuestrada», y sostuvo que «hay sospechas de que el parto podría haberse producido en la Escuela de Mecánica de la Armada de la Esma».
El hallazgo se da luego de tres años del último nieto restituido, tres años donde Abuelas de Plaza de Mayo no dejó de buscar a los que faltan, con unas 2.000 muestras realizadas por personas que se acercaron espontáneamente, mientras que otras 200 fueron a través de causas judiciales, como es el caso del nieto 131.
«Se trata de un trabajo constante, silencioso y amoroso, pero todavía faltan muchos y el tiempo no se detiene. En estos años debimos despedir a nuestras queridas compañeras, y muchas de ellas no pudieron concretar el merecido abrazo», señaló Estela.
«Nuestros nietos y nietas ya rondan los 45 años. Las abuelas les decimos que queremos sumar verdad a sus historias y los esperamos con amor. Llamamos a la sociedad a sumarse, a saber que cualquier dato es importante. No se guarden la información, rompan el silencio, nuestros nietos y nietas están con nosotros», agregó.