El lunes 14 y el martes 15 de mayo, autoridades de los gobiernos de Argentina y el Reino Unido se reunirán en Buenos Aires en el Subcomité Científico de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (CPAS). El encuentro tiene como fin coordinar acciones conjuntas para controlar de forma conjunta la pesca en el Atlántico Sur. Estas acciones se dan en el marco del acuerdo firmado el 13 de septiembre de 2016, y son vistas como un nuevo gesto de entrega de la soberanía argentina por parte del gobierno de Mauricio Macri.
Cabe recordar que el Reino Unido ha ocupado ilegalmente el territorio argentino en Malvinas e Islas del Sur, y con base en esa ocupación ilegal ha explotado los recursos naturales del territorio y de las aguas que lo rodean. El gobierno británico ha otorgado permisos de pesca sobre recursos que les pertenecen a los argentinos y ha permitido la depredación de los recursos ictícolas (especialmente de la importante cantidad de calamares que de allí se extraen), lo que ha generado un gran perjuicio económico para Argentina. A pesar de ello, el gobierno de Macri no ha presentado ninguna queja formal y se dispone a negociar un patrullaje en conjunto.
En diálogo con Contexto, la exembajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, quien además integra como experta el Observatorio Malvinas del Congreso argentino, afirmó que “lo primero que hay que señalar es que el Acuerdo Foradori–Ducan (firmado el 13 de septiembre de 2016) sigue su curso. Al igual que el acuerdo Roca–Runciman, lo firmado por Foradori será recordado en la historia como un pacto para defender los intereses británicos en Argentina”.
“El canciller Jorge Faurie, al igual que la excanciller Susana Malcorra y el vicecanciller Carlos Foradori, se empeña en mentirle al pueblo y decir que lo firmado no es un acuerdo, sino una hoja de ruta. Sin embargo, vemos que todos los puntos que allí se vuelcan se están ejecutando», agregó.
Castro remarcó: “Vemos que el acuerdo está en plena ejecución sin aprobación del Congreso. Vemos que los británicos están otorgando licencias de pesca hasta por veinticinco años a barcos pesqueros asiáticos y europeos. Esto implica la depredación de los recursos ictícolas que le pertenecen a los 40 millones de argentinos, pero el gobierno de Macri no ha puesto ninguna queja al respecto”.
Alicia Castro: “hay que preguntarle al gobierno qué cambió desde que Argentina decidió suspender las actividades de la Comisión de Pesca y qué obtiene Argentina con su restauración”.
“El gobierno dice que lo firmado entre Argentina y el Reino Unido es una hoja de ruta porque si admite que es un acuerdo debe pasar por el Congreso para su aprobación o rechazo, y ellos buscan evitar eso. Además, este tema es parte del Observatorio Malvinas que está instituido en la Cámara de Diputados y que funciona con legisladores de distintos partidos y expertos convocados por esos partidos. Pero el gobierno ha anulado el funcionamiento de este Observatorio, que debería haber tenido veinticuatro reuniones y sólo se hicieron dos”, aseguró.
Castro señaló: “Hay que preguntarle al gobierno qué cambió desde que Argentina decidió suspender las actividades de la Comisión de Pesca y qué obtiene Argentina con su restauración”.
En relación con la posición que han tomado los medios oficialistas sobre este encuentro, la exembajadora aseguró: “Clarín y La Nación son probritánicos. Probablemente siempre lo fueron. A Clarín y a La Nación siempre les molestó el reclamo argentino por Malvinas y siempre se pusieron del lado de los intereses británicos”.
En la misma línea, Mario Volpe, integrante del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM), remarcó: “Vamos a hacer un patrullaje en forma conjunta con las Fuerzas Armadas ocupantes. Eso representa una total entrega de nuestra soberanía”.
“Todo indica que el gobierno argentino ya entregó los datos de logística que les permite a los británicos prever la cantidad de calamares que pueden extraer este año y así continuar con la depredación”, sostuvo.
Por último, Volpe resaltó: “Vamos a hacer patrullaje con la fuerza ocupante sin saber todavía qué pasó con el submarino ARA San Juan –desaparecido recientemente con 44 tripulantes en la zona del Atlántico Sur–. La supuesta colaboración británica en la búsqueda del ARA San Juan fue claramente una puesta en escena. Tenían a disposición submarinos no tripulados que podían bajar hasta 6 mil metros de profundidad y que no fueron utilizados”.
