Mientras múltiples marchas y manifestaciones colmaron las calles de la capital federal en los últimos días, una nueva protesta tuvo lugar ayer en el centro de La Plata en contra de las políticas económicas de Mauricio Macri en nación, María Eugenia Vidal en provincia y Julio Garro en la ciudad. Jubilados, pensionados y adultos mayores fueron quienes alzaron la voz contra las políticas de vaciamiento por parte del oficialismo sobre ese sector.
Aumento de jubilaciones, medicamentos gratuitos, atención especializada en todos los centros de salud barriales fueron algunas de las consignas que un nutrido grupo de abuelos levantaron en Plaza San Martín, donde realizaron una ronda por el lugar para dar visibilidad a la delicada situación que atraviesa ese sector de la población.
«En principio comenzamos a reunirnos por los tarifazos. Había mucha gente que no podía pagar. Imaginate, ganando 11 mil pesos era imposible pararlos. Por eso empezamos a hacer estas rondas para protestar. Ahora le exigimos a Vidal medicamentos y aumentos acorde a la canasta familiar», dijo a Contexto Cecilia Marín, referente del colectivo Personas Mayores con Florencia Saintout, agrupación surgida en 2016, que en la ciudad de La Plata decidió convocarse para respaldar la campaña del Frente de Todos, que en octubre buscará quitar del poder municipal al intendente macrista Julio Garro.
Con una canasta familiar que se ubica por encima de los 32 mil pesos, la situación de los jubilados que cobran la mínima se ha vuelto un problema serio. «El próximo gobierno tiene que saber de este problema y que los jubilados necesitamos estar mejor en la ciudad de La Plata. No podemos permitir la ignominia en la que nos está dejando este gobierno. Por eso estamos muy entusiasmados con la idea de Florencia Saintout de crear una Secretaría del Adulto Mayor», agregó Marín.
A los reclamos se plegó también el pedido de emergencia alimentaria a mayores vulnerados y la protección de la moratoria para jubilaciones, en vilo en los últimos meses. Como muchas otras mujeres de la tercera edad, Cecilia Marín logró jubilarse con la «jubilación de amas de casa», establecida durante el período kirchnerista y que permitió el acceso a una cobertura social a millones de mujeres sin ningún tipo de formalidad laboral. Hoy ese derecho se ve seriamente amenazado ante las «recomendaciones» financieras presentadas por el FMI a fines del año pasado, tras celebrar el acuerdo de préstamo con el gobierno.
«Hay aproximadamente 2.300.000 personas que se jubilaron con la jubilación de amas de casa. Y todavía hay gente que dice que ‘no se devolvió la plata’. Quienes nos jubilamos por ama de casa, quienes estuvimos negreadas durante años, devolvimos durante años cuota por cuota. Nadie nos regaló nada. Y los treinta y pico de años que trabajé en negro tampoco fueron un regalo», agregó la referente de adultos mayores.
Graciela, exdocente de setenta años, supo ser una de las primeras referentes gremiales de SUTEBA y ahora decidió volver a la militancia de la mano de los adultos mayores. Ayer también se presentó en Plaza San Martín para manifestarse contra Cambiemos. «Necesitamos recuperar lo que nos han sacado. La lucha no es solo para nosotros, sino también para los jubilados del mañana que hoy son trabajadores jóvenes. En la ciudad de La Plata ya no hay políticas públicas para el adulto mayor, como tampoco en niñez y educación, y es fundamental que se atienda a esos sectores», expresó.
Según un balance de la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación (OPC), la jubilación mínima perdió, desde julio del año pasado hasta el mismo mes de 2019, un 13,1% de poder adquisitivo. El registro de ese mes fue una retracción del 8%.
«Si se analiza el comportamiento del haber mínimo jubilatorio ($11.528), se advierte que registró en el mes de julio una pérdida del poder adquisitivo del 8,0% respecto a igual mes del año pasado, dando lugar a una contracción interanual del 13,1% en el acumulado de los últimos 12 meses. No obstante, junio y julio presentan un recorte en la reducción registrada en los meses anteriores», sostiene en ese sentido la OPC.