El Centro de Estudios Desarrollo y Territorio (CEDyT) presentó esta semana un informe con el foco puesto en las reformas propuestas por el Municipio de Julio Garro en los «Ejes Norte y Sur», un gran loteo que, según advierten, «sigue la lógica de la mera ganancia y sólo propone una zonificación con el fin de valorizar suelo sin servicios».
«La obsesión del Intendente: Más loteos exclusivos, ganan unos pocos y pierde la ciudad entera», es el título del informe al que pudo acceder Contexto, presentado por el CEDyT, espacio integrado por profesionales especializados en hábitat, arquitectura y desarrollo urbano, quienes advierten que estos cambios sustanciales al Código de Ordenamiento Urbano (COU), no cuentan con los «amplios consensos alcanzados» en el Consejo Único de Ordenamiento Territorial (COUT) señalados por la Comuna. «Las actas de las reuniones no reflejan en nada tamaña actividad y no existen informes o dictámenes fundados. Se trata de una ficción de participación que el Ejecutivo pretende mostrar como aval», advierten.
Los «Ejes Norte y Sur» son presentados por el Municipio como parte del Plan Estratégico La Plata 2030, con el que se pretende «crear una visión de ciudad, a corto, mediano y largo plazo» siendo este plan un instrumento «consensuado que oriente el crecimiento y desarrollo de la ciudad, aumentando la calidad y habitabilidad del espacio urbano y rural». Más allá de estas intenciones, desde el CEDyT advierten que en el Norte y Sur de la ciudad no hay plan concreto, sino que «se plantean modificaciones para los sectores, sin integrar el centro, el oeste, ni el cinturón verde. No se consideran la matriz ambiental, ni las condiciones para el desarrollo productivo, ni el caos en la movilidad», al tiempo que «sigue la lógica de la mera ganancia y sólo propone una zonificación con el fin de valorizar suelo sin servicios».
En ese sentido, el informe pone el foco en el gran loteo que se pretende hacer, al cual consideran totalmente «desproporcionado». «Se pretende rezonificar más de 1.000 Has. para usos urbanos o residenciales extraurbanos -en grandes lotes-, todo en una única operación. Sin embargo, los estudios diagnósticos del PELP-2030 proyectaron una necesidad estimada de 1.600 hectáreas recién para el año 2050», informan. «Un modelo a medida del negocio inmobiliario pero que genera una urbanización incompleta, cara y que nos cuesta más a todos, sustrayendo sin sentido suelo para usos productivos, recreativos, o de valor ambiental», consideran.
Por otro lado, desde CEDyT, destacan que en esta planificación, es necesario resolver el problema de acceso a la vivienda, con «reglas precisas que programen el uso del suelo con más detalle que una simple zonificación, incluyendo cómo se ejecutarán y financiarán las infraestructuras, cómo se protegerán los valles de inundación, cómo se dotarán los equipamientos, cuál será el impacto en la movilidad y cómo participará el municipio de las plusvalías inmobiliarias, entre muchos otros aspectos».
Asimismo, en el documento se detalla que, lejos de promover la expansión, el modelo sigue enfocándose en el casco urbano sin pensar en la infraestructura, que hoy ya registra deficiente calidad de servicio en el sistema de agua y cloacas. «No se puede pensar el crecimiento urbano sin una respuesta a la infraestructura Esa coordinación requiere expansiones acotadas y progresivas de la superficie urbana. Si solo un 15% del suelo que se habilita recibiera edificios de hasta 2 pisos, bajaría la necesidad de superficie en un tercio. Seguir pensando en reproducir al infinito urbanización sin cloacas es insostenible, mientras que el sistema en el centro, donde más se construye, está hoy colapsado», manifestaron.
Finalmente, ponen el foco en uno de los problemas que preocupa más a los vecinos y vecinas de La Plata, que es la absorción de la lluvia. Para el CETyC, es necesario la incorporación de «la defensa de los valles de inundación y todos los espacios necesarios para retener el agua frente a tormentas de mediana severidad», en al conocimiento del comportamiento hidrológico y el Plan de Reducción del Riesgo de Inundaciones (PRRI) encargado el año pasado a la UNLP.
Por lo expuesto, los profesionales manifiestan su rechazo a esta iniciativa de Julio Garro que «solo constituye una operación para valorizar suelo a la medida de quienes esperan oportunidades de alta rentabilidad, encubre el verdadero debate sobre temas cruciales de la ciudad y contraviene claramente toda la normativa provincial». Puntualmente, las legislaciones vulneradas son el Decreto-Ley 8.912/77 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo que rige en territorio bonaerense y la Ley 14.449 de Acceso Justo al Hábitat.
Las asambleas vecinales de la ciudad, quienes vienen denunciado la avanzada sobre el espacio verde de la ciudad, también manifestaron su repudio. Mediante un comunicado firmado por el Espacio de Inundados y vecinos y vecinas de Tolosa, Barrio Norte, Parque Castelli y Los Hornos, piden participar en la discusión del COU y entienden que La Plata «es una ciudad inundable y no vemos que se trabaje para minimizar el riesgo hidráulico que estas nuevas obras pueden acrecentar».
Vanesa Zaffiro, de la Asamblea de Tolosa, explicó a Contexto que el Ejecutivo encabeza «reuniones secretas a espalda de todos los platenses para reformular el COU», por lo que, amparándose en el artículo 5 de esta normativa, piden participar de las discusiones. «La ordenanza dice que nosotros tenemos todo derecho de participar y modificar parcial o totalmente lo que ellos tomen. No nos dejan pasar, no nos avisan de estas reuniones y no nos quieren dar información, solo muy sesgadas», destacó.
Por otro lado, ponen el foco en uno de los caballitos de campaña de Garro. «Queremos que una vez por todas Garro dé a conocer el Plan de Reducción de Riesgo por Irregularidad con el que se apoyó toda su segunda campaña por la cual fue reelecto. Aún los platenses no sabemos qué hacer si nos inundamos», manifestó Zaffiro.