La falta de potabilidad en las redes de agua en Gonnet y Villa Castells se convirtió en una preocupación para la comunidad, por lo que se registran acciones contra ABSA, empresa encargada del servicio. Luego de que la firma admitiera que el agua contiene “cloruros” y “sólidos totales” que exceden ampliamente los límites establecidos por la normativa que reglamenta el servicio, debió dar respuesta ante las autoridades, y sostuvieron que el problema requiere la construcción de un nuevo acueducto de varios kilómetros. Por este motivo, la concejal platense Florencia Saintout presentó ante el Concejo Deliberante un pedido para que ABSA exima de impuestos a los vecinos afectados.
La edil reclamó que el Municipio tramite las acciones necesarias ante el Gobierno de la provincia de Buenos Aires con el fin de que ABSA exima del pago de las tarifas a los damnificados por el deficiente servicio que presta la empresa en la localidad de Gonnet y Villa Castells.
“Es imprescindible que velemos por el cuidado de la salud de los vecinos y vecinas de la ciudad. Los niveles altísimos de cloruro de sodio que tiene el agua que les llega a sus casas puede causar graves daños”, remarcó la concejal del FpV Nacional y Popular.
En relación con el proyecto que presentó el miércoles pasado en el recinto deliberativo, dijo: “Como si esto fuera poco, a algunas personas del lugar les siguen llegando boletas de más de mil pesos por un servicio del que ni siquiera pueden hacer uso. Por este motivo, pedimos al recinto que se los exima del pago de manera urgente”.
En la actualidad, el problema afecta a los vecinos y vecinas que viven en la zona comprendida entre las calles 487 y 496 y entre 15 y 2, de Gonnet, y desde calle 2 a camino Centenario entre 505 y 489, de Villa Castells. La propia empresa prestadora del servicio presentó un informe en el expediente colectivo iniciado por los vecinos, mediante el cual reconoce que el agua suministrada no es potable puesto que los valores de “cloruros” y “sólidos totales” que posee exceden ampliamente los límites establecidos por la normativa. A raíz de esto, varios casos de descompostura en chicos fueron notificados en instituciones de salud locales.
En tanto, hace dos días, los vecinos afectados que ahora intentan dar vía judicial al problema fueron desoídos cuando se acercaron a la delegación comunal de Gonnet a reunirse con autoridades de ABSA, de la provincia de Buenos Aires y de la Municipalidad de La Plata, y les informaron que el encuentro se suspendía.
Además, les impidieron reunirse en el lugar para definir las estrategias a seguir para enfrentarse a esta problemática. “Los delegados de la zona no permitieron que los vecinos ingresen a la delegación porque no estaba ni el juez ni la gente de ABSA, y al parecer la Municipalidad ya había decidido media hora antes dar de baja la reunión”, dijo a Contexto Emiliano, vecino de la zona.
“Estamos hablando de agua salada y no se puede tomar, y lo complejo del asunto es que va a haber que traer agua de otro lado, quizás de Ensenada, a través de nuevas obras”, dijo a Contexto Pablo, vecino de Gonnet.
En tanto, en su presentación, la concejal Saintout sostuvo: “No sólo se ven afectados por un servicio deficiente que perjudica su bienestar, sino que también desde el Gobierno municipal les niegan la posibilidad de hacer uso de un edificio público para organizar las medidas colectivas y enfrentar la gravedad de la situación”.
Estudios realizados al agua muestran niveles de cloruro que llegan a triplicar el límite de 250 mg/l establecido, e incluso el tope mayor de 350 mg/l que es el que contempla el Código Alimentario Argentino en su artículo 982. En relación con el “sodio”, los valores también superan ampliamente los límites permitidos (200 mg/l). La situación también se repite en relación con los niveles de “sólidos totales” o “sólidos disueltos totales”, donde el límite máximo es de 1.500 mg/l y las mediciones llegan a alcanzar los 2.240 mg/l.