Los recortes en el Estado bonaerense que maneja María Eugenia Vidal continúan, y en este caso afectan a los niños y adolescentes en situación social vulnerable beneficiarios del programa Envión, que desde su creación apunta a la inclusión a través de la educación, con actividades artísticas y deportivas.
La no renovación desde diciembre de los contratos de los talleristas de Bahía Blanca genera un vaciamiento del programa durante este verano. Así lo denunciaron desde ATE y los propios talleristas que quedaron sin trabajo.
Envión depende del Ministerio de Desarrollo Social que conduce Santiago López Medrano. Al igual que otros programas sociales de esta cartera, ha sufrido un desgaste en los últimos dos años por el achique en el gasto público que lleva adelante Cambiemos en la provincia. Los talleristas son contratados por los municipios, pero la política de ajuste de la provincia impacta en las comunas.
En diálogo con Contexto, Viviana Marfil, secretaria general de ATE Bahía Blanca, afirmó que “los talleristas del Envión vienen reduciéndose desde noviembre del año pasado. El municipio dijo que dejaban de trabajar por las vacaciones y que los volverían a hacer ingresar en marzo, pero el Envión no sigue el tiempo escolar, es un programa que se sostenía todo el año sin suspensiones porque durante el verano es cuando más podés trabajar con los pibes porque no van a clases”.
La gestión del intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, recibe críticas por los recortes que aplica en el área de cultura. El cierre de la Orquesta Infanto Juvenil del barrio Miramar también le valió cuestionamientos.
El próximo miércoles, Marfil tendrá una reunión con el intendente para saber qué pasará con los talleristas. “El Envión era el único programa que tenía la provincia para adolescentes, un programa muy bien articulado para trabajar con los pibes directamente en los barrios, con contención y sobre todo con pibes de diez años para arriba”, señaló.
Profesionales del CONICET que realizan investigaciones en distintos barrios de Bahía Blanca desde octubre de 2015 expresaron su “profunda preocupación” por la situación del programa. En un comunicado sostuvieron que “a partir del análisis de datos cuantitativos y cualitativos” que recabaron en esos barrios, elaboraron “un diagnóstico que da cuenta, por un lado, de las condiciones socioeconómicas precarias que limitan las oportunidades educativas de los niños y adolescentes de estas comunidades; y, por otro, de la necesidad de fortalecer programas de política pública como Envión”.
Y agregaron que “en un contexto de pobreza estructural que amerita abordajes integrales que exceden el ámbito educativo, enfatizamos la imperiosa necesidad de priorizar presupuestariamente políticas públicas orientadas a mejorar las oportunidades educativas de los adolescentes y jóvenes, tales como el programa Envión”.
En la localidad de Lincoln, las autoridades del gobierno municipal también alertaron por la reducción de los fondos para el programa, a pesar de que el intendente Salvador Serenal pertenece a Cambiemos. En Bragado, Pilar y Quilmes también hubo despidos de talleristas y discontinuidad en la aplicación del programa.
El debilitamiento de esta política se encuadra en la crítica situación que atraviesa el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia. El año pasado, en reiteradas oportunidades trabajadores de este organismo realizaron medidas de fuerza para denunciar el vaciamiento implícito que lleva adelante el gobierno provincial.
“Hay un patrón común entre los programas sociales, y es que no los cierran pero de a poco los abandonan”, dijo a Contexto Gonzalo Agüero, integrante de la junta interna de ATE en Niñez y Adolescencia y trabajador del programa Centro Terapéutico Diurno (CTD), que diseña talleres terapéuticos para atender a niños y adolescentes sometidos a riesgos psicosociales.
“Todos los programas sociales sufrimos el mismo desinterés de la gestión provincial”, añadió Agüero. Entre estas políticas en desidia, se encuentran también el programa de Sostenimiento en la Crianza y el Servicio de Atención Terapéutica -Integral con especificidad en Abuso Sexual Infantil (SATI).
Traslados compulsivos, presupuesto insuficiente, contratos mensualizados y jubilaciones sin reemplazo son algunas de las maniobras de las autoridades para poner en peligro la continuidad de estos programas.