Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, brindara un discurso con tono mesiánico, cargado de autoritarismo, agresiones y amenazas contra Cuba y Venezuela, durante la 72° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), gobiernos de América Latina salieron al cruce y rechazaron cualquier intención de intervención militar en la región.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó: “Rechazamos enérgicamente la amenaza militar contra Venezuela, la Orden Ejecutiva que la califica como ‘una amenaza a la seguridad de nacional de los Estados Unidos’, y las sanciones unilaterales injustas y arbitrarias aplicadas (por la Administración Trump)”.
“El patriotismo que se invoca en el discurso de los Estados Unidos es una perversión del humanismo, el amor y la lealtad a la patria, y del enriquecimiento y defensa de la cultura nacional y universal. Encarna una visión excepcionalista y supremacista, de ignorante intolerancia frente a la diversidad de modelos políticos, económicos, sociales y culturales”, destacó.
Rodríguez aseguró que la decisión del mandatario norteamericano de endurecer el bloqueo contra Cuba “ignora el apoyo de amplios sectores estadounidenses, incluyendo la mayoría de la emigración cubana, al levantamiento del bloqueo y la normalización de las relaciones. Satisface sólo los intereses de un grupo de origen cubano del sur de Florida, cada vez más aislado y minoritario, que insiste en dañar a Cuba y a nuestro pueblo, por haber elegido defender el derecho a ser libre, independiente y soberano”.
Por su parte, la representante de Nicaragua, María Rubiales de Chamorro, aseguró que “la República Bolivariana de Venezuela y su revolución siguen bajo el acoso, la injerencia y la agresión extranjera. Rechazamos las amenazas del uso de la fuerza o de opciones militares que ha realizado el presidente de los Estados Unidos en contra de la República Bolivariana de Venezuela. Una amenaza que, como ha expresado nuestro comandante Daniel, no tiene cabida. Es unánime el grito de América Latina y el Caribe, nadie quiere una intervención militar de los Estados Unidos. Nadie les está pidiendo que vengan a intervenir militarmente a ningún país latinoamericano o caribeño”.
“Es doloroso, no solo ver avivar las medidas que mantienen vigente el cruel, inhumano y criminal bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, sino también las amenazas a su soberanía. Nos unimos a las voces que en el mundo claman: ‘No al bloqueo al pueblo heroico de Cuba, al pueblo de Fidel, Raúl y Martí’”, remarcó la representante nicaragüense.
En la misma línea, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, aseguró que “al atacar a Venezuela, Trump ataca Latinoamérica y viola la Carta de la OEA, con complicidad de su empleado Almagro”. “Venezuela tiene política de internacionalismo con solidaridad y hermandad, y no de intervencionismo ni golpismo”, aseguró Morales.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, señaló: “Exhortamos a los países, especialmente a los grandes como Estados Unidos, a evitar escaladas verbales que siempre anteceden, a lo largo de la historia, a tragedias mayores”. Y manifestó el “más firme rechazo al injusto bloqueo”.
Durante su intervención, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, señaló que “cual emperador mundial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, usó esta tribuna, construida para la paz, para anunciar guerras, ‘destrucción total’ de Estados miembros, aplicación de medidas coercitivas unilaterales e ilegales, amenazando y juzgando a placer como si tuviese poderes dictatoriales absolutos sobre los Estados miembros de esta organización”.
“Hoy tenemos la obligación de denunciar ante el mundo que nuestro pueblo ha sido amenazado directamente por el presidente de Estados Unidos con el uso de la fuerza militar más poderosa que haya existido en la historia de la humanidad”, afirmó el canciller venezolano.
Por último, Arreaza también señaló que “la Administración Trump impuso sanciones económicas ilegales a nuestra economía, con la finalidad de hacer sufrir a nuestro pueblo para forzar cambios no democráticos en nuestro sistema de gobierno”.