«La elección anterior nos mandaron a dormir, pero acá no se duerme nadie. Ahora está empezando a llover, pero de acá no se mueve nadie: vamos a festejar que el pueblo votó por un gobierno que va a pensar en el trabajo, en la producción, en la salud, en la educación, en la felicidad del pueblo y en la grandeza de la nación». Con esas palabras se despidió casi entrada la medianoche el gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de los miles de argentinos que se dieron cita en el barrio porteño de Chacarita para festejar el amplio triunfo de la oposición en las elecciones presidenciales.
Luego del batacazo que el ex ministro de Economía dio en las pasadas elecciones primarias, donde superó a la dirigente de la alianza Cambiemos con mejor imagen positiva, María Eugenia Vidal, por una diferencia de más de 17 puntos, el factor sorpresa quedó casi descartado para este domingo, que finalmente consagró a Kicillof como gobernador junto a la vicegobernadora electa e intendenta de La Matanza, Verónica Magario.
Desde la tarde del domingo comenzaron a llegar los miles que festejaron hasta entrada la madrugada en las inmediaciones del local partidario del Frente de Todos.
«¡Buenas noches! ¡Felices noches, porque hoy, una vez más, habló el pueblo argentino y decidió el pueblo de la provincia de Buenos Aires!», dijo Kicillof, el primer orador de la noche junto con el presidente electo, Alberto Fernández, y la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.
Aunque menor que el pasado mes de agosto, el resultado electoral en la provincia no dejó de ser aplastante. Con el 52,18% de los votos, Kicillof obtuvo más de 1,3 millones de votos más que María Eugenia Vidal, que obtuvo el 38,50% cuando todavía restaba escrutar poco más del 7% de las mesas.
KIcillof: «ha sido fundamental y crucial la unidad del campo popular, la unidad de todos estos dirigentes en la provincia de Buenos Aires. Una unidad que significa haber comprendido las necesidades que hay».
«Hay muchísimos factores que explican lo que hace algunos meses muy pocos preveían. Yo tengo la convicción que ha sido fundamental y crucial la unidad del campo popular, la unidad de todos estos dirigentes en la provincia de Buenos Aires. Una unidad que significa haber comprendido las necesidades que hay», continuó el flamante gobernador que asumirá el cargo en diciembre.
En el escenario acompañaron a los ganadores de la elección en nación y provincia dirigentes de la oposición como Sergio Massa, Máximo Kirchner, Luana Volnovich, Eduardo «Wado» De Pedro, Andrés Cuervo Larroque, Leonardo Grosso, Vanesa Silley, entre otros.
Kicillof analizó el estado en el que tanto Alberto y Cristina como él junto a Verónica Magario encontrarán sus respectivos gobiernos. «La situación económica que tenemos en la Argentina de Macri y en la provincia de Vidal es de tierra arrasada», manifestó. «Estamos delante de un fracaso del modelo económico neoliberal, estamos delante del fracaso de una forma de gobernar», continuó mientras enumeraba los 9.000 comercios que cerraron en territorio bonaerense, las más de 3.000 pymes industriales que cerraron y el tendal de puestos de trabajo destruidos que cierran el escenario bonaerense.
«A partir de ahora cambia la lógica del gobierno, esta nueva lógica de gobierno implica tener en cuenta prioridades distintas a las que vimos estos cuatro años»
«Vamos a gobernar para crear trabajo, para apuntalar la salud y la educación pública, para devolverles los derechos que les sacaron a los sectores medios, a los productores, a los que menos tienen», agregó.
«Se viene una etapa de reconstrucción de la provincia, y después de reconstruirla, a seguir creando empleos de calidad, a seguir con la ciencia y la tecnología, a seguir con la educación y la salud públicas. Para eso nos convocaron y para eso vamos a trabajar», cerró Kicillof que, emocionado, presentó a la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.