Tras el corte de luz de anoche en el Hospital San Martín de La Plata que mantuvo a los pacientes en riesgo de vida, el gremio CICOP dio una conferencia de prensa para denunciar lo que ocurrió. Responsabilizan al gobierno de María Eugenia Vidal por los ajustes presupuestarios y el avance en la tercerización de áreas claves que vuelven ineficientes los servicios.
“El presupuesto 2019 es insuficiente para el mantenimiento adecuado de los hospitales, de hecho, es el más bajo de la historia de la provincia y ya empezó a traernos problemas en enero. Y lo segundo es que la tercerización de servicios en empresas privadas es una decisión que tomó esta gestión desde que asumió. Pedimos que el Ministerio de Salud revise esta situación”, dijo a Contexto Pablo Maciel, secretario gremial de CICOP y médico clínico del hospital.
Maciel: “El presupuesto 2019 es insuficiente para el mantenimiento adecuado de los hospitales, de hecho, es el más bajo de la historia de la provincia y ya empezó a traernos problemas».
Los servicios de ascensores y de limpieza también fueron tercerizados. En 2016 un ascensor se cayó por la falta de mantenimiento y es común que se atasquen con pacientes y médicos dentro. En otros hospitales de La Plata también ha habido apagones, como el caso del Hospital Rossi, donde el año pasado unos cirujanos tuvieron que continuar una operación con la luz de las linternas de sus celulares.
Durante el mediodía de hoy continuaban los controles de los médicos a los pacientes para corroborar que el apagón no haya afectado de gravedad su salud.
El apagón fue total y duró desde las 21:25 hasta las 00:50 hs. En este hospital hubo cortes de luz, pero nunca de tanto tiempo. Los sistemas de emergencia fallaron y aún no se sabe cuáles fueron las fallas técnicas de los generadores, que prendieron pero no funcionaron. Los gremios CICOP y ATE hicieron un pedido de informes para que el gobierno y la empresa que presta ese servicio rindan cuentas. “Es la primera vez en la historia que el hospital sufre un apagón tan prolongado”, señaló Maciel, quien agregó que el corte fue en el hospital y no en el marco de un corte general.
En ese lapso de tiempo se vivieron momentos dramáticos. Dado lo prolongado del corte, los médicos planearon hacer traslados de emergencia a otros hospitales. En la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de Neonatología, donde había quince bebés, los médicos que estaban de franco asistieron de emergencia para salvar las vidas con asistencia manual, ya que no funcionan las baterías, y para dar una mano a sus compañeros y compañeras que estaban trabajando y no daban abasto. Cerca de la medianoche, mientras continuaba el apagón, recibieron energía a través de una conexión externa.
Mientras tanto, en los pasillos, sala y entrada del hospital, policías, enfermeros y personal de seguridad y de limpieza iluminaban con sus celulares y ayudaban a los médicos.
Además del pedido de informes para las empresas, los gremios exigen una reunión con funcionarios del Ministerio que conduce Andrés Scarsi.
HOSPITAL GENERAL SAN MARTIN
Denunciamos el corte de energía que duró más de 3 horas. Los generadores de emergencia no funcionaron de forma adecuada poniendo en riesgo a nuestros pacientes. Pedimos al misterio y a la provincia un informe preciso de la situación. @CICOP_ok pic.twitter.com/nxhKBNbbnu
— Pablo Maciel (@PabloMacielLP) January 24, 2019
«cuando se corta la luz los bebés en incubadora se quedan sin respiración”
Lucrecia Aira es una médica residente de pediatría. Anoche, durante el apagón, se encontraba de guardia y asistió de urgencia al área de neonatología para «bolsear» y controlar a los bebés.
“El apagón fue en todo el hospital. Tenemos la complejidad que muchos de los respiradores para los bebés en incubadora son viejos y no tienen batería. Esos fueron los que tuvimos que asistir inmediatamente, porque cuando se corta la luz se quedan sin respiración”.
“Cuando se cortó la luz, armamos grupos para asistir a los bebés. Uno bolseaba y el otro se fijaba que el bebé esté bien, porque los bebés además del respirador tienen un monitor. Son seres muy lábiles y hay que hacer todo de manera muy correcta, en cuanto a la presión y la frecuencia estipulada. Tomé uno de los bebés más críticos y bolseé desde las 9:25 hasta las 11 de la noche, hasta que empezaron a llegar compañeras porque el corte no terminaba”.
“Los bebés prematuros están conectados a parenterales, con vías periféricas que les aportan glucosa para que tengan en sangre y cerebro. Había bebés con vías centrales, o sea catéter por el ombligo que les da de comer y ese flujo de glucosa no se puede interrumpir, entonces hubo que empezar a alimentar a bebés de manera manual porque las bombas también dejaron de funcionar porque no tenían batería. Uno de los médicos de Neo tuvo que poner un catéter por el ombligo con la luz de los celulares”.
“Había sólo cuatro o cinco respiradores con batería que los mirábamos a ver cuándo se terminaban para tener que empezar a bolsear. Ahí fue cuando empezábamos a pedir ayuda porque no dábamos abasto. Se presentaron extras del servicio. Ahí se relevó un poco el trabajo después de estar una hora y media bolseando viendo que todo esté bien.
«Además, uno de los generadores que intentaron prender generó caos porque largó monóxido de carbono y hubo que abrir las salas mientras se nos apagaban los aires, con incubadoras que tienen entre 32 y 34 grados. El clima se caldeó. A su vez, la Neo es vidriada y los papás miraban desesperados porque los bebés estaban adentro con la luz cortada. En ese momento hicieron una conexión externa antes de las doce de la noche y tuvimos electricidad. Pero la luz en el resto del hospital volvió a la una de la mañana”.
“Nos quedamos hasta las cuatro de la mañana controlando todo. Agradecemos a todos los servicios que se acercaron a ayudar y preguntar qué hacía falta, acercar materiales, alumbrar con los celulares. Sólo así la pudimos salvar”.