Trabajadores del Astillero Río Santiago (ARS) y sus familiares llevaron a cabo ayer un acto en las puertas de la empresa ubicada en la localidad de Ensenada, en reclamo al Gobierno de María Eugenia Vidal por mayor inversión y financiamiento con el fin de evitar el cese de las actividades.
La actividad fue convocada por la Comisión de Familiares del Astillero, un espacio conformado en los noventa por los familiares de los trabajadores para resistir el desguace que sufrió la empresa por las políticas menemistas. La jornada se enmarca en la larga y sostenida lucha que los 3.500 trabajadores que allí se desempeñan vienen sosteniendo desde el año pasado con el Ejecutivo provincial.
En concreto, la falta de apoyo por parte de la Provincia, dueña de la empresa, pone en jaque las fuentes de trabajo debido a que Vidal no firma las cartas de crédito necesarias para proseguir con los trabajos en los talleres. Ese fue el principal reclamo que han manifestado a lo largo de estos dos últimos años en sus movilizaciones y en los encuentros paritarios.
“Para seguir produciendo barcos y defender los puestos de trabajo son fundamentales las cartas de crédito y para eso necesitamos que la gobernadora tome la decisión política de destrabar ese tema, porque de lo contrario se corta la cadena de producción”, advirtió en diálogo con Contexto Francisco Banegas, secretario general de ATE Ensenada.
“El Astillero no se reactiva definitivamente porque la gobernadora no escucha nuestros reclamos y eso genera incertidumbre en los trabajadores y desvirtúa los tiempos de trabajo porque no tenemos lo necesario”, añadió Banegas.
En el Astillero de Ensenada hay obras iniciadas que, de no concretarse la inversión, en menos de un año quedarían a medio camino. Así lo confirmó a este medio Pablo Rojas, secretario adjunto de ATE Ensenada y trabajador del ARS.
Para que las construcciones no queden paralizadas y por lo tanto las fuentes de trabajo no peligren, Rojas afirmó también sobre la urgencia para que lleguen los créditos, sobre todo para el avance de las grandes obras. “Tenemos dos remolcadores y dos bulk carriers que se encuentran en estado avanzado de construcción”, precisó. Y añadió: “Se necesita el dinero para comprar el equipamiento, como motores y cañerías, porque de lo contrario seguís construyendo y después para ingresar esos elementos al buque tenes que cortar el barco y el trabajo y los tiempos se complican”, explicó el gremialista.
El lugar de encuentro del concurrido acto de ayer fue la puerta principal del ARS y desde allí los trabajadores, familiares y vecinos que se acercaron marcharon hasta las puertas del edificio de la dirección, donde leyeron una carta que luego enviaron a Vidal. En la misiva solicitaron una reunión con la mandataria para la creación de una mesa de diálogo integrada por funcionarios de la provincia, la empresa y los trabajadores a partir de la cual las partes lleguen a una solución.
“Este es un acto solidario mediante el cual queremos dar a conocer la delicada situación que estamos atravesando”, dijo Martín Esquerra, trabajador del Astillero. En lo que va del año, Vidal no ha recibido a los trabajadores del ARS ni ha respondido a las demandas a pesar de las múltiples medidas de fuerzas que realizaron los obreros.
Los trabajadores solo han recibido partidas destinadas a comprar elementos de protección que son insumos diarios, pero no ha habido inversión en maquinarias.
El acto de ayer fue dos días después de la movilización de los trabajadores del ARS al Ministerio de Defensa de la Nación, donde reclamaron por la puesta en valor de su lugar de trabajo en particular y por mayor inversión en la industria naval a nivel nacional. También criticaron la postura del gobierno nacional de comprar afuera en lugar de construir en el país: remarcaron que este año Macri adquirió cinco patrullas israelíes por 49 millones de dólares al tiempo que en breve se apresta a desembolsar otros 300 millones de euros para quedarse con buques de guerra franceses en desuso.
Otro factor que demuestra la falta de interés político de la gestión de Vidal por el ARS es que este estuvo tres meses acéfalo. Tras la renuncia de Ernesto Gaspari -ex CEO de Musimundo e integrante del Socma S.A durante nueve años-, que pasó a la órbita de cancillería de la Nación, Gabriel Curto fue designado para el cargo. Sin embargo, Francisco Banegas señaló que “todavía no puso la firma y eso genera que no haya compra de insumos, materiales y elementos de seguridad.
La empresa de Ensenada, la más grande del rubro en el país y una de las más importantes en la región, es considerada estratégica para la industrial naval, por ese motivo sus trabajadores reclaman mayor inversión para la construcción de barcos para la Armada y Prefectura.
Durante los año noventa el astillero fue desarmado por la políticas neoliberales. Pasó de tener una plantilla de 7.000 obreros a una de solo 700. En 2003 estuvo a punto de cerrar pero en 2004 el gobierno de Néstor Kirchner firmó un acta de compromiso con Venezuela para la construcción de dos buques, medida que permitió que la empresa repunte su actividad y su número de trabajadores.