Por R.G.M.
El Gobierno oficializó los recortes en el presupuesto del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) a través de la Resolución 16/2024, dando de baja «la realización de toda erogación económica vinculada a apoyos y aportes institucionales». De esta manera, el cine argentino (reconocido en todo el mundo) pierde un elemento esencial para la actividad y, mucho peor: nuestro país desfinancia una importantísima fuente de ingreso, trabajo e inversiones.
La resolución se publicó esta madrugada en el Boletín Oficial y dispone suspender «las contrataciones de locación de obra y las contrataciones de obra por especialidad (monotributistas) del Organismo con vencimiento el 31 de marzo de 2024 no serán renovadas». La modalidad , en contenido y forma, remite al cierre de Telam.
«En concordancia con las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, en el marco de la emergencia declarada, la máxima autoridad del Instituto entiende que resulta necesario tomar medidas tendientes a racionalizar y eficientizar el Organismo», mención la resolución cuya firma es la del economista Carlos Luis Pirovano.
Absolutamente ajeno al mundo del cine, Pirovano había mantenido una reunión durante la semana pasada con los delegados gremiales del INCAA y les había comunicado el despido de 90 trabajadores estables, 80 tutores de proyectos presentados, el cierre de Cine.ar, la venta del Cine Gaumont y el desfinanciamiento de festivales.
Cabe recordar que las actividades del INCAA se financian, en gran parte, a través del Fondo de Fomento Cinematográfico, que incluye impuestos a la cultura. Es decir que en cierto modo se retroalimenta con la propia producción de películas y contenidos. Por si hace falta traducir: ningún hospital o escuela se deja de construir por una película del INCAA. En cambio, muchas fuentes de trabajo y productores quedarán a la deriva.
La mayor parte de la comunidad artística y cultural repudió desde distintos lugares una persecución y estigmatización inédita.
«No hay nada más cruel y perverso que causar un daño innecesario. El #INCAA tuvo períodos oscuros y fallas en su funcionamiento, pero podría sanearse cambiando los mecanismos que les permitieron a algunos vivos usar los recursos en su propio beneficio. De este modo perdemos todos», publicó la actriz Veróncia Llinás.
La presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires , Florencia Saintout, sintetizó: «Milei no tuvo los votos en el Congreso y ahora quiere cerrar el INCAA por la fuerza. No muestren más números, esto es la decisión política de aniquilar la cultura nacional». De hecho, el organismo provincial publicó un severo comunicado que adjuntamos al pie de esta nota. Entre otras afirmaciones y datos, el texto aporta: «En 2023, el presupuesto del INCAA significó el 0,0318% de la totalidad del gasto del Sector Público Nacional, que además se alcanzó mayoritariamente con recursos tributarios. Esta medida genera una drástica paralización y reducción de su actividad, que deja el organismo al borde del cierre».
Axel Kuschevatzky, periodista y productor afincado en Los Angeles, se atrevió a cuestionar desde la transmisión de los Oscars el rumbo que estaba tomando nuestro país. Y dijo que ni siquiera se trataba de alguna postura ideológica: «Me dedico a llevar inversión internacional a la Argentina, hace años que lo hago. En estas últimas jornadas escuchamos números concretos del impacto positivo de la industria audiovisual en la economía de nuestro país, y me gustaría compartirles algo más. ¿Saben en qué países hay leyes activas que fomentan la producción de cine y series donde coexisten el sector público y privado? Entre muchos otros, Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Canadá, Francia, Italia, España, Bélgica, Irlanda, Grecia, Polonia, México, Brasil, Uruguay, Colombia y Chile».
Por su parte, el director Adrián Caetano afirmó: «El cierre del INCAA significa un montón de cosas malas, es una fuente de trabajo para mucha gente». Y agregó: «No es de derecha ni de izquierda. Nunca vi algo así».
Días atrás se realizó el 27º Festival de Málaga. Allí no solo la delegación argentina sino también representantes del cine iberoamericano se manifestaron contra los recortes, recibiendo la solidaridad de la comunidad cinematográfica internacional. «Argentina es uno de los países con más participación en festivales del mundo. Contradictoriamente al éxito y el reconocimiento, el nuevo gobierno está boicoteando su producción e intentando eliminarlo. Esto ha generado un escándalo en el ámbito cinematográfico mundial, suscitando apoyos masivos y contundentes de las principales figuras mundiales», expresaron desde el colectivo Cine Argentino Unido.