Tras un largo período de abandono durante la gestión presidencial de Mauricio Macri, avanza a paso firme la megaobra de Sistema Riachuelo, proyecto que transformará de raíz la estructura de redes cloacales de gran parte del conurbano. La obra, considerada una histórica cuenta pendiente, conlleva una inversión de unos 1.200 millones de dólares y se calcula que beneficiará a más de 4 millones de bonaerenses.
«La obra de la planta de pretratamiento del Sistema Riachuelo que lleva adelante AySA representa un avance en términos de salud pública y cuidado del ambiente, dando respuesta a una demanda histórica y transformando la vida de más de 4 millones de personas», destacó vía redes sociales el gobernador Axel Kicillof, quien recorrió este miércoles el puerto de Dock Sud, en el partido de Avellaneda.
Allí se están llevando adelante las actividades de construcción de la planta de pretratamiento de efluentes cloacales, que incluirá el trazado de 40 kilómetros de túneles. En ese marco, el proyecto ya motorizó unos 1.500 puestos de trabajo.
«Se trata de una de las obras de ingeniería y saneamiento más grande, en la que se destinan 1.200 millones de dólares en beneficio de 4,5 millones de personas que viven en los municipios bonaerenses de la Cuenca Matanza-Riachuelo y en la ciudad de Buenos Aires», indicó el propio Kicillof, en el marco de la actividad junto a la presidenta de AySA, Malena Galmarini, y el titular de ACUMAR, Martín Sabbatella.
«El objetivo es reemplazar y complementar obras que tienen 120 y 75 años, que son muy antiguas y han quedado desbordadas», expresó el mandatario bonaerense. «En 2015 iniciamos este proyecto para mejorar la cuestión ambiental sobre el Riachuelo, pero como tantas otras obras de la provincia, fueron paralizadas y desfinanciadas durante cuatro años», agregó.
En este caso, la obra que se encuentra en desarrollo en Avellaneda estará orientada a ocuparse del tratamiento físico de los efluentes cloacales provenientes de la red troncal que sirve a la ciudad de Buenos Aires y parte del conurbano bonaerense. Se trata de una de las tres obras integrales del sistema y comprende la puesta en marcha de una estación elevadora de entrada, la planta de pretratamiento y la estación de bombeo de salida al emisario Riachuelo.
La titular de AySA, Malena Galmarini, destacó: «Se trata de una obra que lleva muchos años de planificación y que permitirá en el futuro llevar cloacas a 1,5 millones de bonaerenses más y aportar al cuidado de la salud, el ambiente y la calidad de vida de la población».
Se estima que el funcionamiento de esta planta impactará directamente en los municipios de Avellaneda, Esteban Echeverría, Hurlingham, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, San Isidro, San Martín, Tres de Febrero y Vicente López. Asimismo, posibilitará la independización del sistema Berazategui, dando lugar a la expansión del servicio en el sudoeste del conurbano.