La dolarización de los combustibles autorizada por el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, generó desde fines de 2017 un duro golpe al bolsillo de los automovilistas y el transporte en general.
Desde comienzos de este año, por la crisis cambiaria que llevó a la divisa norteamericana de 18 pesos en enero hasta los 41 de septiembre, combinada con el sube y baja del precio del barril de petróleo crudo, se realizaron trece aumentos, y con el que regirá a partir de este fin de semana suman catorce.
En lo que va de 2018, el aumento de las naftas supera el 75%, muy por encima de la inflación pero debajo de la variación del tipo de cambio.
Durante el mes de octubre, sin embargo, el dólar bajó más de 10% y el precio del barril de crudo también tuvo bajas que lo empujaron desde los 70 dólares a los 63. A pesar de ello, los combustibles vuelven a aumentar.
Algo similar ocurre con las tarifas de gas y de luz, también dolarizadas en la gestión de Aranguren y que también aumentan al ritmo de la divisa.
A pesar del nuevo aumento, que rondará entre el 5 y el 7%, las compañías petroleras advierten que el precio local de los combustibles todavía está “retrasado” con respecto al precio internacional.
Según Ambito.com, producto de la recesión y la caída del poder adquisitivo de los consumidores, durante el mes de septiembre las ventas de combustibles cayeron un 11,5% con respecto a agosto y un 9,3% respecto al mismo mes de 2017. El caso más notorio fue el de las naftas premium, que registraron caídas del 17,5% en relación con agosto y 27,6% contra septiembre de 2017.
Al mismo tiempo que se anunció el nuevo incremento, la Secretaría de Energía de la Nación difundió un instructivo para la “conducción eficiente para vehículos livianos”, con una serie de consejos para ahorrar combustible.
Un instructivo desopilante
“Es posible ahorrar combustible y dinero a partir de la toma de algunas medidas simples y concretas como planificar con cuidado los viajes combinando destinos, disminuir la velocidad de manejo, evitar los arranques bruscos y mantener la presión adecuada de los neumáticos”, dice el documento de 36 páginas.
Entre sus recomendaciones, Energía propone no utilizar el aire acondicionado que puede llegar a generar un consumo de combustible hasta un 25%, apagar el vehículo si va a estar más de tres minutos frenado, e incluso no bajar las ventanillas porque “se modifica el coeficiente aerodinámico del vehículo” y genera mayor consumo.
“A la hora de elegir un nuevo vehículo, es necesario informarse sobre los datos de la eficiencia en el uso de combustible de los automotores, teniendo en cuenta qué tipo de uso se le destinará al mismo”, dice la guía, que recomienda en ese caso vehículos con diversas tecnologías como el sistema Start-Stop, que apaga el motor cuando se detiene; autos con caja automática; sistema asistente al cambio de marcha o la función Eco que “se activa mediante un botón y cambia la administración de potencia para consumir menos combustible”.