Por Héctor Bernardo
Menos de un punto. Con el 94% de los votos escrutados, el empresario Pedro Pablo Kuczynski llevaba el 50,28%, y Keiko Fujimori, el 49,72%. La diferencia en votos era toda una metáfora de la diferencia de propuestas. Casi imperceptible.
El domingo Perú eligió presidente, pero no eligió proyecto político. Eso ya estaba definido cuando se supo que el balotaje era entre Fujimori y Kuczynski.
La imagen negativa de Keiko Fujimori, debida al nivel de corrupción que alcanzó el Gobierno de su padre, Alberto Fujimori, hizo que los sectores del poder económico concentrado se inclinasen por Kuczynski. El empresario representa la cara más lavada del mismo proyecto.
El analista Jorge Kreyness remarcó el rol que tuvo la alternativa de izquierda en la primera vuelta. “Hay que destacar que el Frente Amplio, que encabezó Verónica Mendoza, en el que estaban las fuerzas de izquierda y centro izquierda, obtuvo el 18% en la primera vuelta. Eso representa un incremento muy importante, dada la situación del campo popular en Perú. Lamentablemente no alcanzó para llegar al balotaje”.
En referencia al proyecto que disputó la segunda vuelta, Kreyness señaló: “Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori son dos figuras neoliberales, aliadas de los Estados Unidos, que tienen nexo con las grandes corporaciones trasnacionales. La única diferencia entre estas dos figuras es de apariencia. Por un lado, Keiko Fujimori representa la continuidad de su padre, un hombre con un nivel de corrupción que lo llevó a la prisión, donde está en este momento. Por otro lado, Pedro Pablo Kuczynski es un empresario con experiencia en la gestión pública, al que no se le conocen hechos de corrupción, lo cual no quiere decir que no los tenga. Pero los dos representan las mismas políticas. Ya se está hablando de nuevas normas de flexibilidad laboral”.
Respecto al rol de Perú en el contexto regional, el analista consideró que “Perú se va a sostener dentro de la Alianza del Pacífico como parte de ese grupo de países que tienen bases militares norteamericanas y acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. Eso no va a variar aunque gane Kuczynski o Fujimori. Se va a mantener en esas políticas contrarias al proceso de integración autónomo iniciado por Hugo Chávez. En Perú hay presencia militar de Estados Unidos, está presente la DEA, por lo tanto, se ha incrementado el narcotráfico. Ya sabemos que donde está la DEA el narcotráfico crece y crecen las violaciones a los derechos humanos”.
Por último, y en referencia a la posible inclinación de sectores del poder económio concentrado por la figura de Kuczynski, Kreynnes señaló: “Si gana Keiko Fujimori, tendrá las atribuciones para dictarle un indulto a su padre. Tener a semejante corrupto en libertad sería muy vergonzoso para Perú. Es posible que haya algunos sectores del imperio que consideren que Kuczynski le puede dar mayor estabilidad y menos desprestigio a un Gobierno promonopólico”.