La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el Banco de la Nación Argentina (BNA) decidieron impugnar un esquema de pago de deuda de parte de la empresa Vicentin, por considerarlo «abusivo» y «fraudulento». Es que, tal como lo proponía la firma cerealera, representaba una quita de casi el 80 % del total de lo adeudado, a pagar en 56 años y sin intereses.
Así lo explicó la directora del BNA, Julia Strada, quien se explayó sobre el conflicto. Como es sabido, la empresa Vicentin mantiene una deuda de unos 1.300 millones de dólares, cuyo principal acreedor individual es el Banco Nación, cuya parte específica de la deuda asciende a 225 millones de dólares más intereses de pago.
«Desde el Banco Nación impugnamos la propuesta de pago de la empresa Vicentín por considerarla ABUSIVA Y FRAUDULENTA, en el marco del acuerdo preventivo de acreedores que certificó el juez de Reconquista Fabián Lorenzini. La firma expone CONDUCTAS MALICIOSAS Y ANTIJURÍDICAS», señaló Strada al referirse al mecanismo por el cual la empresa intentó eximirse a sí misma de buena parte de sus responsabilidades. En tanto, la impugnación fue presentada ante el juez civil y comercial de la ciudad santafesina de Reconquista, Fabián Lorenzini.
«Considerando que la deuda quirografaria alcanza los USD 72 millones, la propuesta concordataria no respeta el principio de igualdad de los acreedores ya que establece el pago de una SUMA QUE RESULTA INSIGNIFICANTE PARA EL BANCO NACIÓN», sostuvo Strada en sus redes sociales, y agregó: «De la deuda privilegiada, donde el Banco Nación es el único acreedor privilegiado, la empresa ofrece pagos anuales de USD 4 millones para devolver los USD 225 millones verificados. Es decir que se devolverían EN 56 AÑOS Y SIN PAGO DE INTERESES».
Cabe recordar que, desde 2020, Vicentin se encuentra en el centro de las miradas debido al estado de situación frente al Concurso de Acreedores, en relación con el pago de un rescate financiero de la firma cerealera por parte de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y las filiales argentinas de Bunge y Viterra.
«De la deuda quirografaria, Vicentín propone hacer una QUITA DEL 80%, o sea que del total de USD 72 millones, nos devolverían solamente USD 15 millones SIN INTERESES Y EN 12 AÑOS, lo que además atenta contra el derecho de propiedad», indicó la titular del Banco Nación, y añadió: «Por cierto, la deuda quirografaria de Vicentín (con acreedores granarios y resto de bancos) llega a USD 1.352 millones, de los que proponen pagar sólo USD 462 millones. Esos pagos ¡se extienden en 12 años!».
En tanto, según agregó la titular de la entidad bancaria, la propuesta de Vicentin «viola el principio de universalidad» del proceso al contemplar de forma arbitraria una división del patrimonio en dos bloques: uno de alto valor productivo para los acreedores denominados «interesados estratégicos» y otro de bajo valor, para el resto de los acreedores. Según Strada, «esto es peligroso para la propia continuidad de la empresa ya que entre los actuales accionistas se dividen los activos más valiosos de Vicentín».
A estos puntos se suma otro agravante: la propuesta de la cerealera contempla la conversión en dólares de todos los créditos quirografarios (incluso los verificados en pesos), lo que perjudica a los acreedores originarios en dólares, como es el caso del BNA. «La actual propuesta de Vicentin lejos de ser una solución, implica perjudicar el patrimonio del Banco de todos los argentinos y las argentinas, sin garantizar además la continuidad de la empresa», agregó la responsable del Banco Nación.
