«Durante nuestra gestión, los supermercados rebosaban de mercaderías de primera marca. Ahora aparecen y proliferan marcas que nadie conoce, ‘La Pindonga’, ‘El Cuchuflito’. Hasta te venden productos que dicen, en lugar de ‘leche’, ‘producto lácteo que contiene leche’. ¿Qué es eso? ¿Esto es capitalismo? Capitalismo era cuando Axel estaba de ministro de Economía y la gente compraba y consumía y podía viajar», había dicho Cristina Fernández de Kirchner la semana pasada cuando presentó en Mar del Plata su libro Sinceramente.
La frase, con la que analizó el programa de precios esenciales lanzado por el gobierno en medio de la crisis económica por seis meses (hasta las elecciones de octubre) tuvo un enorme impacto político y mediático. El propio presidente se refirió al tema y dijo que «los productores de marcas como ‘Cuchuflito’ están muy orgullosos de su trabajo».
«Es tan obsceno el blindaje mediático que tienen Macri y Vidal que, como en otras tristes épocas, para entender lo que pasa en nuestro país y en la provincia de Buenos Aires hay que recurrir a la prensa internacional», expresó ayer CFK en su cuenta de Twitter, y compartió un artículo del diario español El País que analiza la polémica que instaló la frase de la candidata a vicepresidenta.
Es tan obsceno el blindaje mediático que tienen Macri y Vidal que, como en otras tristes épocas, para entender lo que pasa en nuestro país y en la provincia de Buenos Aires hay que recurrir a la prensa internacional.
Mirá la nota de El País de España. https://t.co/lycf4kIHOi
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 24, 2019
«Ciertamente, la caída del poder adquisitivo en al menos un 12% anual, a causa de la inflación y la recesión, ha propiciado una explosión de las segundas marcas», dice la nota de ese periódico, y pone el ejemplo del producto más vendido del programa de Precios Esenciales: «El producto de precio congelado más vendido desde la firma del acuerdo, tres meses atrás, es la leche La Martona, a 35,80 pesos (0,75 euros) en Buenos Aires, frente a los 47,70 (un euro) que cuesta la marca líder, La Serenísima. Tanto La Serenísima como la floreciente La Martona son producidas por el mismo grupo, Mastellone Hermanos».
«Como siempre fue, las segundas y terceras marcas también son producidas por las grandes empresas», agregó Cristina sobre ese párrafo. El dirigente Juan Grabois se sumó a la discusión en defensa de la senadora nacional.
Los sueldos miserables del régimen macrista apenas alcanzan para leche Pindonga y harina Cuchuflito. Son marcas de los grande monopolios alimentarios, pero de mucha menor calidad. Las PyMEs no entran a los supermercados porque Macri las fundió y frenó la Ley de Góndolas.
— Juan Grabois (@JuanGrabois) July 24, 2019
Otro de los puntos que ya había señalado la exmandataria fue el del «producto lácteo que contiene leche» al que también hace referencia la nota. «El auge de las segundas marcas tiene, además, un efecto secundario: el auge de los sucedáneos. Por ejemplo, como subrayó Kirchner, la leche que no es leche, sino un producto lácteo a base de leche, agua y otras materias, como proteínas de origen lácteo (usualmente utilizadas en la alimentación porcina), con un aporte alimenticio bastante inferior al del producto real», explica en la nota el periodista Enric González.
Sobre ese aspecto, Cristina concuyó: «Algo que los argentinos sinceramente no nos merecíamos: tener que tomar leche que no es leche».