A tres días de las elecciones presidenciales en Brasil, y a pesar de que el exmandatario Luiz Inácio “Lula” da Silva aún cuenta con el derecho legal a ejercer su voto, el Tribunal Regional Electoral (TSE) del estado de Paraná decidió que no pondrá una urna en la prisión donde se encuentra detenido el líder del PT porque no tiene la cantidad de electores necesarios para ello, por lo que Lula no podrá votar.
Este hecho se suma a la reiterada violación a los derechos que ha sufrido el expresidente y que se enmarcan en el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, el asesinato de la concejala Marielle Franco, el encarcelamiento arbitrario de Lula, la intervención militar de Rio de Janeiro, las reiteradas amenazas de golpe de Estado militar y el resurgimiento del discurso fascista.
El dirigente político y exdiputado nacional argentino Carlos Raimundi aseguró que “ya no hay más margen para la perplejidad. En estos momentos, estar perplejo por el avance sin límite de la sinrazón es un pecado de infantilismo. Hay una disputa tal a nivel geopolítico mundial entre el bloque euroasiático, el yuan, la ruta de la seda y el área dólar, que los Estados Unidos y el capital financiero globalizado necesitan alinear a región lo más rápidamente posible. Para ello, como lo hicieron en otros momentos de la disputa geopolítica, recurren a todos los resortes a su alcance, inclusive la reedición del aparato militar”.
“En Brasil esta situación se ve más claro que en Argentina. Allí hubo menos retirada concreta del aparato militar y, por lo tanto, hubo ciertas estructuras de poder que estuvieron intactas y se mantuvieron agazapadas durante todos estos años. Ahora vuelven frente a un contexto favorable”, explicó.
Raimundi afirmó que “hay un vínculo entre las actitudes del juez Moro, los ataques del monopolio mediático O Globo y las bravuconadas de las jerarquías militares. Todas ellas forman parte de un mismo proceso. Debemos detectar esa conexión y luchar globalmente contra ello”.
“A pesar de que se dijo varias veces que Bolsonaro podía parecer una amenaza con cierta previsibilidad que requiere el sistema financiero, cada día está más claro que no es así. Lo mismo se había dicho de Trump y la realidad es que el presidente de Estados Unidos no implicó ninguna amenaza para el capital financiero globalizado. Trump no le puso límites al capital financiero y tampoco se los va a poner Bolsonaro”, remarcó.
El dirigente aseguró que “la prohibición de que Lula pueda ejercer su derecho al voto es una afrenta más a los derechos democráticos. Lo que hace ver que, si Haddad llega con posibilidades de ganar la segunda vuelta, hay que estar alerta a que pueda pasar cualquier cosa”.