El Tribunal Supremo Federal (TSF) decidió suspender hasta el 4 de abril el fallo sobre el hábeas corpus presentado por los abogados del expresidente Luiz Inacio “Lula” Da Silva. Si rechazaba el pedido del exmandatario, el lunes podría haber sido encarcelado. Que el fallo haya sido demorado fue tomado como un triunfo del pueblo movilizado sobre el Poder Judicial y sus socios mediáticos.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) es el máximo candidato para las elecciones presidenciales de octubre. La derecha ha decidido sacarlo de la competencia mediante una persecución mediática y judicial sin precedentes.
El exmandatario fue condenando, sin prueba alguna, por el juez Federal Sergio Moro, un magistrado vinculado al multimedia Rede Globo y a la embajada de Estados Unidos.
A pesar de la inexistencia de pruebas contra el expresidente, el Tribunal de Apelaciones reafirmó la sentencia. Si el TSF rechazaba el hábeas corpus presentado por los abogados de Lula, el lunes el juez Moro podría haberlo encarcelado. Al suspender su decisión hasta el 4 de abril, Lula sigue libre y en campaña.
Ante la arremetida de la derecha, el expresidente lanzó su campaña con recorridos por distintas ciudades de Brasil, en donde fue recibido por miles de personas. Esta semana comenzó su cuarta caravana, en este caso, por el sur del gigante sudamericano. Una gran multitud lo acompañó al comienzo de esta nueva etapa de su gira por todo el país.
El poder de la movilización popular parece haber sido determinante para que el Tribunal suspendiera su decisión. El tiempo dirá si la calle logró ganar la batalla contra el intento de proscripción y encarcelamiento o si Lula se transformará en el primer preso político desde el regreso de la democracia en Brasil.
En diálogo con Contexto, Oscar Laborde, parlamentario del Mercosur, aseguró: “Que el Tribunal Supremo tenga que tomar esta decisión es un logro de la lucha que decidió dar Lula al poner el escenario en la calle, en las movilizaciones, y centrarse en el pueblo”.
El parlamentario señaló que “Lula decidió no enredarse en una madeja judicial que estaba armada para condenarlo”. “La derecha tiene claramente la intención de inhabilitarlo, hay que ver si se atreven a encarcelarlo. Frente a este ataque, Lula decidió realizar una serie de caravanas y recorre el país. Este miércoles empezó la del sur de Brasil”, remarcó Laborde, quien también es coordinador del Comité Argentino de Solidaridad “Lula Presidente”.
El dirigente sostuvo que “la derecha ha elegido como instrumentos a los medios y a un sector del Poder Judicial para atacar al expresidente. Lula eligió la calle. El resultado todavía es incierto. La gente quiere que sea presidente, la derecha se lo quiere impedir. No es un tema judicial, es un tema político”.
“A la derecha sólo le queda incrementar la violencia porque por el camino democrático va a perder. La violencia política en Brasil y la intervención militar de Rio de Janeiro van en la misma línea con el intento, en Argentina, de poner una base de la DEA en la Triple Frontera. Al mismo tiempo que se achica la democracia, crece la política represiva. La presencia militar y paramilitar tienen cada vez más peso”, concluyó Laborde.