Por Alejandro Palladino
En el marco de una de las charlas por la semana del periodista realizada en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata, el subeditor del diario Página/12, Luis Bruschtein, habló sobre la construcción de agendas mediáticas en el actual contexto de restauración conservadora de mayor concentración de medios, y también del escenario político en el que está inserta esa situación.
En el panel estuvo acompañado por los periodistas Sebastián Lacunza del Buenos Aires Herald; Natalia Vinelli, directora de Barricada TV; y Natalia Aruguete, de la publicación mensual Le Monde diplomatique.
Bruschtein sostuvo que algunos mitos propios del sentido común inciden de manera dominante sobre qué es el periodismo, repetidos por los grandes medios para camuflar los intereses neoliberales: la actividad periodística como un contrapoder de los otros tres poderes y la idea del periodismo independiente, de la libre expresión. Por el contrario, afirmó que la propiedad de los medios hace a la libertad o no de expresión, interna al funcionamiento de cada medio.
“El mundo de los medios está definido por la propiedad, no por el derecho o por la libertad de expresión. El que tiene la empresa para ponerse un medio es el que define el contenido y cómo lo va a difundir.”
De ahí el presente cuadro de situación mediática, en el que la agenda dominante se volvió más fuerte luego del DNU firmado por Mauricio Macri que destruyó puntos clave de la Ley de Medios, creando el nuevo organismo dócil al Gobierno, el Enacom, que arbitra a favor de los intereses concentrados, con el Grupo Clarín a la cabeza.
Los dos factores que inciden en fortalecer la agenda hegemónica del sistema de medios que defiende al Gobierno, que, aclaró, «no tienen nada que ver con la democracia”, consiste en “la cadena de la propiedad y en la pauta de publicidad reaccionaria que prefiere negociar con los medios de la derecha”.
Para hacer un periodismo que defienda los intereses de los sectores más perjudicados por el ajuste que implantó el macrismo, Bruschtein lanzó: “Si alguien piensa que en la construcción de la agenda se le puede ganar alguna vez al sistema de medios, vamos mal. Esa es una batalla derrotada, o al menos muy difícil. Pero hay una victoria que podemos lograr, que consiste en romper la uniformidad. Aunque seamos menos, una voz más chiquita que la dominante, con eso alteramos, le rompemos la agenda uniforme”.
En este punto, el periodista dio el ejemplo de Página/12 durante los noventa. Mientras Clarín y La Nación ignoraban la lucha por los derechos humanos, el diario trabajó acoplado a los organismos de derechos humanos para combatir el olvido y el perdón. “Instalando eso en la agenda, con tapas grandes, estaban obligados a dar cuenta de esa información porque Página los puso en ese lugar”, consideró.
“La gran respuesta viene de la política”
Bruschtein habló con Contexto sobre el rol de los medios que se oponen al macrismo y su relación con la necesidad de nuevas fuerzas políticas que atiendan a las demandas producto de los estragos que el ajuste genera en las mayorías.
-¿Cuál es el rol de los medios críticos al Gobierno al momento de dirigirse a los sectores más perjudicados por el tarifazo y la inflación, muchos de los cuales, en parte por la concentración mediática y la agenda unívoca, repiten las consignas del Gobierno que los ajusta?
-El factor más importante no van a ser los medios, sino cómo esas políticas van a afectar económicamente a las personas. A partir de ahí, las explicaciones del porqué van a pasar a un segundo plano y la gente lo que va a reclamar es que le solucionen esos problemas. Esta política económica no lleva a problematizar, sino a cuestiones de supervivencia mínima. Puesta sobre ese dilema, a la mayor parte de la gente ya no le va a alcanzar que le hablen de la herencia, sino que le den soluciones.
-¿Por dónde vienen esas soluciones con una oposición que no ha logrado poner freno a las principales medidas del macrismo?
-Tiene que haber una fuerza política que de alguna manera construya una nueva agenda política a partir de todos estos reclamos. En la medida en que una fuerza política tenga esa capacidad de juntar los reclamos y construir esta nueva agenda, va a ser la que va a representar la perspectiva de un nuevo ciclo, de recuperación de representación popular. En ese sentido, los medios tienen que apuntar a lo mismo. Pero la gran respuesta viene de la política.
-¿Cómo ves este nuevo escenario político?
-Se está dando mucho más rápido el desgaste del Gobierno que la capacidad del campo popular de volver a organizar una alternativa de poder. Eso está mucho más lento porque todavía lo que era la representación política del campo popular está sufriendo los efectos de la derrota electoral. Será a partir de tener conciencia de esta situación y de bajar a la sociedad y de recuperar y recoger los nuevos reclamos, que van a ser los que van a conformar la nueva agenda política para oponerse y ser una alternativa a este Gobierno.