La empresa propietara de Facebook e Instagram abandona su programa de verificación de hechos de terceros y opta por un modelo impulsado por los usuarios, al estilo de X de Elon Musk. La medida, aplaudida por Javier Milei, se alinea con un giro hacia la ultraderecha en la política digital global, con implicaciones que podrían transformar la política internacional, especialmente bajo el segundo mandato de Donald Trump.