Los seguidores del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, convocaron a marchas para el martes 7 de septiembre contra el Supremo Tribunal Federal (STF). Frente a una casi segura derrota electoral ante el expresidente Lula da Silva, Bolsonaro tensiona a los otros poderes del Estado para deslegitimar las elecciones previstas para 2022. Los rumores de autogolpe aparecen cada vez con más fuerza y la democracia brasilera parece cada vez más endeble.
Para entender los peligros que implica la postura de Bolsonaro y sus seguidores, Contexto dialogó con Celso Amorim, un diplomático de amplia y reconocida trayectoria dentro y fuera de Brasil. Fue canciller del Gobierno de Itamar Franco (1993-1994), representante permanente de Brasil ante las Naciones Unidas (1995-1999), embajador en el Reino Unido (2001-2002), volvió ser ministro de Relaciones Exteriores durante los Gobiernos de Luiz Inácio «Lula» da Silva (2003-2010) y ministro de Defensa durante el Gobierno de Dilma Rousseff (2011-2014).
A continuación, el video con la charla completa y un extracto con las frases más destacadas de la entrevista.
Marchas y rumores de autogolpe
«Llama mucho la atención que el presidente Bolsonaro canceló el desfile del 7 de septiembre, de la conmemoración de la independencia de Brasil. No sé por qué motivo porque él nunca se ha preocupado por la pandemia, ha dicho que era una gripecita. Y va a ir a otros eventos con mucha más aglomeración en Brasilia y en Sâo Paulo, en las dos más grandes aglomeraciones. Además de eso, hay otras marchas llamadas por sus seguidores, con su beneplácito, obviamente. Algunas de ellas dicen que las personas deben estar armadas, portar sus fusiles».
«Lo que veo es que Bolsonaro sabe que no va a ganar la próxima elección. Todas las encuestas dan, por lo menos, veinte puntos de ventaja al presidente Lula. Bolsonaro perdería incluso con otros, pero el presidente Lula es el gran favorito, tiene cerca del 50 % de apoyo para la primera vuelta y entre 55 y 60 % para la segunda vuelta».
«Bolsonaro sabe que perdería, entonces, ¿cuál era su intento? Inicialmente intentó deslegitimar la elección diciendo que no era confiable. Todos saben que las elecciones en Brasil hace mucho son muy confiables. Hubo elección en estados donde la ventaja para el ganador fue de 0,2 % y no fueron cuestionadas».
«Bolsonaro pensaba descalificar las elecciones, pero creo que lo que está viendo es oposición muy grande a esos intentos de parte de la Corte Suprema, de una gran parte del Congreso Nacional, sobre todo del Senado, pese a que no es un Senado progresista, es un Senado de mayoría conservadora. Y hay también una oposición grande de la población en general. Entonces, lo que Bolsonaro está intentando hacer es anticipar la crisis. No puedo decir que esté planeando un golpe, porque con Bolsonaro todo es muy imprevisible. Pero sí quiere crear la confusión y el caos, y en el medio de la confusión puede aparecer que haya una parte de la Policía Militar, que es muy importante en Brasil; una gran parte –se dice– está cerca del bolsonarismo, además de eso, está siempre incentivando el armamento de la población, que significa, en realidad, las milicias, los irregulares que podrán actuar como en Bolivia».
«Para terminar ese cuadro político-militar, hay por lo menos una neutralización de las Fuerzas Armadas. Personalmente no creo que sea probable un golpe militar de las Fuerzas Armadas, pero puede ser que las Fuerzas Armadas estén divididas y paralizadas ante un intento de golpe que sea conducido por la Policía Militar, por los milicianos, etcétera».
«El guión de Bolsonaro es el de Trump, pero está teniendo que anticiparlo».
Un libreto de la derecha regional
«Sí, creo que hay un libreto para eso, no puedo hablar de todos los países porque creo que hay diferencias y matices en las situaciones, pero yo veo que hoy el Gobierno de Brasil es el epicentro de la extrema derecha internacional. Antes era Trump, pero como perdió la elección, obviamente los seguidores de Trump tienen mucha fuerza, mucho poder económico, pero no tienen las herramientas del Gobierno. Interpretando las palabras de Steve Bannon, en una reciente conferencia de cibernética de la extrema derecha en Estados Unidos en la que estaba presente el hijo de Bolsonaro, Steve Bannon dijo que era necesario actuar en la elección de Brasil, porque es la segunda más importante en el mundo (obviamente la primera es la de Estados Unidos)».
«Quieren defender de todas las maneras posibles la permanencia de Bolsonaro en el poder, porque si pierde Bolsonaro la extrema derecha se va de América Latina».
Las elecciones de 2022
«Hoy en Brasil es necesario un gran frente democrático, y para ello es necesario un mínimo de diálogo civilizado entre las diferentes facciones. Desafortunadamente, no sé si porque quiere atraer los votos de Bolsonaro, Doria ha tomado una actitud muy agresiva en relación a Lula».
«Puede ser que haya una segunda vuelta en que Bolsonaro no esté. Porque Bolsonaro viene cayendo en la encuestas. Dicen que tiene un 15 o 20 % fijo. Pero la inflación que hay en Brasil, que es una inflación muy concentrada en los productos de primera necesidad, puede hacer que la caída de Bolsonaro sea más rápido de lo que se pensaba, por eso también está buscando esta agitación, por eso quiere crear un clima de guerra civil. En Brasil se está creando un clima de guerra civil».
«No creo que vaya a pasar, pero nunca vi a Brasil con un fantasma de guerra civil tan cerca. Un fantasma que está siendo invocado, al que se lo está llamando, y no lo llaman unas pobres personas, el que lo llama es el presidente. Él tal vez no utilizó esa expresión, ‘guerra civil’, pero utilizó palabras que, interpretadas por los sectores más radicales de sus seguidores, significan eso».
Lula puede cambiar el futuro de Brasil y de América Latina
«Es necesario comprender que Lula es un hombre reformista, que Lula quiere una mayor independencia, una integración más grande. Todo eso es verdad. Pero es verdad también que Lula es un hombre de diálogo. Lula defendió con firmeza nuestros intereses (los de Brasil y los de América Latina). Pero siempre mediante el diálogo».
«Lula no va a ser subordinado a los americanos, pero tampoco a China».
«Creo que con Lula, con Alberto Fernández, con AMLO, con Arce, etcétera, América Latina y el Caribe pueden ser relevantes en el rediseño del orden internacional que es indispensable después de las crisis de desigualdad, de la crisis de la pandemia, para eso es necesario que estemos juntos y una victoria de Lula puede ayudar mucho a ello».