Según los datos publicados este miércoles por el INDEC, la pobreza en Argentina se redujo durante el primer semestre del año desde el 37,3 % al 36,5 %, mientras que la indigencia tuvo un resultado opuesto, con una suba del 8,2 % al 8,8 %.
«Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la Encuesta Permanente de Hogares, por debajo de la Línea de Pobreza se encuentran 2.684.779 hogares, que incluyen a 10.643.749 personas; y, dentro de ese conjunto, 660.494 hogares se encuentran por debajo de la Línea de Indigencia, lo que representa 2.568.671 personas indigentes», señaló el organismo en su informe. Del total de personas que se ubican por debajo de la línea de pobreza, el 50,9 % corresponde a la franja etaria de 0 a 14 años.
En ese marco, la vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, señaló que parte de esa dinámica se explica por los márgenes de rentabilidad que tuvieron las empresas alimenticias durante el primer semestre, con subas importantes que comenzaron a principios de 2022 con la presión sobre el precio de la carne, y se profundizó con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y el salto de los precios internacionales de las materias primas.
«El Indec publica hoy datos sobre el descenso de la pobreza del 37,3% al 36,5% en el primer semestre del 2022. Sin embargo en el mismo período la indigencia aumentó del 8,2% al 8,8%, esto evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos», analizó la funcionaria en sus redes sociales.
En este sentido, señaló que «está más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda», por lo que «las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad».
Según los datos del INDEC en el relevamiento mensual de inflación, en el primer semestre el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas registró un aumento del 39,9 %, casi cuatro puntos porcentuales por encima del nivel general. Por el lado de las canastas básicas, la dinámica fue similar: la canasta básica total (que determina el umbral de ingresos requeridos para no ser pobre) tuvo un incremento del 36,9 % hasta junio, mientras que la canasta básica alimentaria acumuló un 41,1 % en el mismo período.
Según la vicemandataria, el Ministerio de Economía «ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia».