Cristina Fernández de Kirchner pidió que se amplíe la indagatoria y que Martín Carrizo sea procesado junto con Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel por «asociación ilicita» como coautor del atentado contra su vida, luego de revelar los chats del imputado las horas posteriores al ataque. «Le dimos un golpe al gobierno y esto se va a poner peor», dijo Carrizo en uno de los mensajes.
A través de sus redes, la vicepresidenta difundió el pedido de la querella de que «se tomen las medidas probatorias y procesales que obliga la información agregada a la causa que todavía no ha sido valorada». En este marco, difundió lo que había recabado la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) sobre el dispositivo de Carrizo, informes que fueron presentados el 26 de octubre.
La querella solicita que se investiguen las llamadas previas y posteriores de Carrizo a abonados aún no identificados, pero pone el foco fundamentalmente en los chats del imputado en las horas posteriores al hecho. «Recién intentamos matar a Cristina», señala a las 23:17 del día del hecho a un tal «Kevin Bargas 2», al que le indica que fue su «empleado», en alusión a Sabag Montiel, y afirma estar «todos juntos en esto».
En otros chats Carrizo deja entrever la intención de, además de atentar contra la vida de Cristina, desestabilizar el Gobierno. Alguno de los mensajes que difundió son: «No sabés que hicimos con esto», «Generar miedo», «Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo», «Estamos pensando matar al jefe de la campora y al jefe de la movilización de la izquierda», «Matar a Cristina», «Para obligar al señor presidente a que renuncie» y «El y todas sus movilización».
En ese sentido, la querella apunta nuevamente contra la Justicia. Hace casi un mes que el juzgado tiene este informe a disposición (que, vale decirlo, no lo produjo el propio juzgado, sino el MPF) y no tomó una sola medida, ni probatoria ni jurídica. Mientras esta querella se ocupó de impulsar dos líneas que el juzgado se encargó de frenar («Nueva Centro Derecha» y Milman), V.S. no fue capaz, siquiera, de profundizar su búsqueda
acerca de Carrizo, Uliarte y Sabag Montiel. Otra muestra de que el objetivo no es investigar, sino sacarse de encima esta causa rápido.
En este marco, la querella pide que se investiguen todas las conversaciones que mantuvo y las respectivas personas, entre ellas «Prima Vero», «Lía» y «Kevin Bargas 2».
Por otro lado, pone el foco en la figura de Hernán Carrol, dirigente de Nueva Derecha, a quien Sabag Montiel le asignó la responsabilidad de decidir sus abogados. Sobre esta figura, «en cuatro días distintos hubo coincidencias de coberturas próximas de antenas entre los teléfonos de Hernán Carrol, Brenda Uliarte, Martín Uliarte (primo de Brenda) y Fernando Sabag Montiel».
El informe, además, «muestra cómo, el 4 de agosto, el celular de Carrol recibe una comunicación que impacta en la antena de Ángel Pache, domicilio declarado de Gabriel Carrizo».
«Uno de los días es el 20 de agosto, fecha en la que Carrol, Sabag Montiel y Brenda estuvieron reunidos en el cumpleaños de Martín Grosso Almeida, por lo que se explica esa coincidencia», reconstruyó la querella.
«Sin embargo, es de suma importancia determinar por qué el estudio de la DaJudeco arroja también coincidencias los días 1, 16 y 22 de agosto. Este informe merece ser estudiado cuidadosamente. Los contactos entre sospechosos que indica son variados y profusos», señalaron los abogados.
«Si Carrol hubiese estado con Uliarte, su primo y Sabag Montiel por fuera del cumpleaños de Martín Almeida, su declaración sería aún menos creíble», continuaron.
