La expresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, remarcó que para la defensa de la democracia es necesario tener “nuevas arquitecturas institucionales”, y deslizó la necesidad de una reforma constitucional. Fue la figura destacada en el primer día del encuentro organizado por el Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales (CLACSO), denominado VIII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales / Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico.
Al Foro asistieron –y asistirán a lo largo de toda la semana– destacadas figuras de la política y las ciencias sociales, referentes sindicales, de movimientos sociales y de derechos humanos.
En el marco de una larga intervención, en la que abordó varios temas, Cristina Fernández de Kirchner aseguró: “Debemos tener nuevas arquitecturas institucionales para preservar el funcionamiento de la democracia. Tengan en cuenta que esta forma de organización de gobernanza del mundo occidental data de 1789. Esta división entre Poder Judicial, Poder Legislativo y Poder Ejecutivo data de la Revolución francesa. En aquel momento se cae la aristocracia, la monarquía, el clero y el ejército, que eran los que gobernaban y, al surgir el pueblo, la burguesía, surge este concepto de izquierdas y derechas por cómo se ubicaban en la Asamblea legislativa los más jacobinos y los menos jacobinos, los más revolucionarios y los menos revolucionarios. Miren de dónde data: de 1789. De ahí surge la idea de gobernar un país con tres poderes y, además, uno que es vitalicio, que es el Poder Judicial, rémora de la monarquía”.
CFK: “Hay una estructura de poder que no está reflejada ni en la Constitución ni en la regulación. Es necesario que esa estructura de poder esté regulada e institucionalizada”.
“Estamos con el mismo sistema de gobierno de cuando no existía la luz eléctrica. Ni el auto. ¿A alguien se le ocurriría hacer una operación de apéndice (si es que existía ese tipo de operaciones en esa época), o sacarse una muela como se hacía en 1789? Seguro que no. Bueno, nosotros, a pesar del inmenso desarrollo tecnológico, estamos con la misma estructura. Este momento exige repensar nuevas estructuras institucionales que permitan, además, la participación institucional y la regulación institucional de nuevos actores que no existían en aquellas épocas. No existían las multinacionales, no existían las trasnacionales, no existía la financiarización del capital, no existían los organismos multilaterales de crédito. No existía nada de lo que hoy existe y que tiene un inmenso poder”, afirmó.
Luego sostuvo: “Siempre digo que, cuando uno llega al gobierno, si tuviera que representar lo que significa el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, que es lo que se somete a elecciones, cada dos años o cada cuatro, podemos decir que eso representa un 20 o un 30% del poder. El otro 70 u 80% del poder, está afuera, en organizaciones, en organismos, en sociedades, en medios de comunicación, cosas que no están reguladas en ninguna Constitución ni en ninguna ley. Por eso es imprescindible darse una nueva arquitectura institucional que refleje la nueva estructura de poder”.
“Hay una estructura de poder que no está reflejada ni en la Constitución ni en la regulación. Es necesario que esa estructura de poder esté regulada e institucionalizada”, remarcó la expresidenta.
