En el mismo día que el Congreso del PJ se reúne para delinear estrategias electorales, Cristina Fernández de Kirchner publicó una dura carta destinada al peronismo donde ratifica su decisión de no ser candidata ante las embestidas del Poder Judicial y pide elaborar un plan de gobierno.
La vicepresidenta comienza su carta hablando de lo que denomina «insatisfacción democrática», para referirse al momento económico y social que se atraviesa, donde «ha comenzado a romperse en lo político e institucional». En este marco, recuerda el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional de la mano del macrismo y sus consecuencias.
«La historia que siguió es la misma de siempre con el Fondo en nuestro país: interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control en la Argentina. La casualidad no es una categoría política y, por eso, no es casual que ninguno de los dos Presidentes que aceptaron el programa del FMI conserve aptitud electoral. Sin embargo, en política sí hay causalidad y la determinante es la economía», sostuvo.
«En este marco de brutal endeudamiento en dólares, el carácter bimonetario de la economía argentina, que se suma a la ya histórica restricción externa y a la compulsión por la formación de activos en dólares en el exterior, inevitablemente coloca en rojo la cuenta corriente de nuestro país que, ante la escasez de dólares, siempre termina con la inflación descontrolada, corridas cambiarias contra la moneda nacional, devaluación y más inflación. Así resulta imposible para cualquier gobierno administrar razonablemente la natural puja distributiva por el ingreso y convierte a la inflación en el más fenomenal instrumento de transferencia de recursos de toda la sociedad a los sectores más ricos y concentrados de la economía que se apoderan de esa renta extraordinaria en un marco de laxitud tributaria. A la luz de la historia de nuestro país y salvo períodos de gobierno muy precisos, nada nuevo bajo el sol», agregó.
Durante estos 40 años de democracia, destacó CFK, incluso en las mayores crisis económicas como fueron 1989 y 2001, «no se puso en duda el Pacto Democrático plebiscitado en octubre de 1983, , por el cual ni la violencia política sobre el adversario ni la proscripción electoral serían elementos del accionar político».
En este marco, enumeró una serie de violentos actos políticos, entre ellos, las guillotinas en Casa Rosada y el ataque contra su persona, seguido de una violenta cobertura mediática y su proscripción. «‘La bala que no salió y el fallo que sí saldrá’ fue el titular del diario Clarín, de Héctor Magnetto, principal usina de difusión del odio hacia mi persona y mi familia; en una suerte de lamento por el fracaso del asesinato, pero anticipando el fallo que pocos días después exponentes del Partido Judicial dictarían en mi contra y cuyo resultado condenatorio preanuncié públicamente tres años antes cuando se inició el juicio conocido como la obra pública de Vialidad Nacional. La condena e inhabilitación en dicha causa tiene una única traducción política y electoral: la proscripción», sostuvo.
En ese sentido, CFK destacó que no se trata de una proscripción solo a su persona, sino también al peronismo, lo que quedó demostrado luego de la suspensión de las elecciones en Tucumán y San Juan por parte de la Corte Suprema. «Es que cuando hablé de proscripción en diciembre de 2022, no era en ejercicio de artes adivinatorias, sino con la comprensión de la etapa histórica que estamos atravesando. Así como tres personas lo hicieron con las provincias de Tucumán y San Juan, no tengan dudas de que lo harán contra mi persona con el fin de evitar que el Peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida», sostuvo.
En este marco, ratificó su decisión. «Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón», manifestó.
«No se trató de una decisión apresurada ni producto del momento, sino de una decisión razonada y pensada. Los conozco, sé como piensan, como actúan y como van a actuar. Los he visto a lo largo de la historia y experimenté su juego en carne propia y de mi familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario electoral», detalló.
La vicepresidenta pidió al peronismo «salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial».
Mientras el PJ aún se encuentra reunido, CFK hizo un pedido más a sus compañeros: «Ante esta situación resulta imprescindible -más que nunca- la construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable. Un programa de gobierno que es necesario no sólo para el peronismo, sino para sistema democrático en su conjunto».
«Y en cuanto a los que exigen la desaparición del peronismo o del kirchnerismo -cual caricatura de la ‘solución final’ para la Argentina-, a 40 años de Democracia les recomiendo presten atención a la historia y a la larga lista de ‘exterminadores vernáculos’ que nunca pudieron convencer a los argentinos que comer bien y cuatro veces al día es una cuestión ideológica; que tener un lugar digno para vivir y ver crecer a sus hijos, estudiar y progresar es de populistas; o que trabajo y salarios dignos es una creencia antigua. A ellos les digo: no pudieron ni podrán acabar con la memoria ni los sueños de millones de argentinos y argentinas a vivir en una nación libre, cuyo pueblo progresa en orden y es feliz», concluyó.