Por R.G.M.
El viernes 19 de agosto el Ciclo Mistongo inaugurará una nueva etapa con una serie de conciertos quincenales en la sede de la APM (Sindicato de Personas Músicas, La Plata, Berisso, Ensenada y Magdalena). Gisela Magri cantará acompañada del guitarrista Juan Martín Scalerandi para continuar presentando su tercer disco Después del giro de reciente edición, mientras que Alejandro Guyot (cantor de Bombay Buenos Aires, poeta y escritor) mostrará por primera vez en la ciudad canciones de su primer disco solista La guerra es adentro (2021), junto a la guitarra eléctrica de Julio Martínez (también productor del disco), y tendrá como invitada especial a la mendocina Nadia Matilde.
El tercer disco de la cantante platense Gisela Magri cuenta con un repertorio que da testimonio de su recorrido artístico de 20 años de carrera, así como de su búsqueda presente. El álbum -del que ya se habían publicado cinco sencillos entre 2020 y 2022- cuenta con versiones de tangos, milongas y valses clásicos como «Besos brujos», «Nobleza de arrabal» o «Ella es así», tangos del repertorio contemporáneo como «Sinsur» u «Otoño» y composiciones propias como «Ir a cero», «Yo no puedo ni decir», «La de Seguí» y «Después del giro»; canción que nombra este trabajo. La producción y arreglos estuvieron a cargo de la pianista y compositora Noelia Sinkunas, secundada por Milagros Caliva en bandoneón y Juan Martín Scalerandi en guitarra. Además, participaron como invitados Julieta Laso y Hernán «Cucuza» Castiello. El trabajo es un mapa posible de la relación de Magri con el tango, de cómo lo habita, y es, a la vez, una bitácora que incluye deseos de los caminos a recorrer. Su sonoridad es, en gran parte, acústica y tradicional, pero hacia el tramo final apuesta a la experimentación tímbrica y el uso de recursos digitales, una invitación estética para seguir profundizando en ese tango del futuro.
La guerra es adentro es el primer disco solista de Alejandro Guyot (compositor y cantante de Bombay Bs As, novelista y figura clave de la escena tanguera del siglo XXI) que tanto en su composición como en su concepción sonora resume todo un recorrido musical del cantante, letrista y compositor. El álbum está signado por una atmósfera poética confesional que se envuelve en los bordoneos de guitarras eléctricas y criollas de «milongas eléctricas» como una referencia ineludible a un Zitarrosa enchufado a 220 v. Y por momentos se acerca a sonoridades que evocan a las Ramilongas de Vitor Ramil, o a discos de cantautores como Scott Walker, Tom Waits y Leonard Cohen, mixturadas con la influencia gravitacional de trovadores autóctonos como Atahualpa Yupanqui y el Tata Cedrón. En definitiva, una suerte de reflexión personal acerca de las posibilidades de la canción popular argentina tamizada por las asperezas de la personalidad vocal y compositiva de Guyot.
