Las autoridades de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires (CIC), máximo organismo bonaerense en el área de Ciencia y Técnica, detuvieron nuevamente el pago de las horas extras y por lo tanto los ciento cincuenta trabajadores administrativos perjudicados han paralizado las tareas desde hace dos semanas. Y ayer, para acentuar el reclamo, se movilizaron a las puertas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación provincial con sede en La Plata (54 entre 2 y 3) en busca de una resolución que por el momento no llegó.
Los gremios UPCN y ATE mantienen la medida de fuerza y la continuarán hasta tanto los ciento cincuenta trabajadores que se desempeñan en la sede central de la CIC en Tolosa (526 entre 10 y 11) y sus dos dependencias ubicadas una en el bosque y la otra en la localidad de Gonnet, no reciban el pago de las horas extras. Este ingreso representa el 30% de los salarios, que en promedio oscilan en los 13.000 pesos, por lo que la pérdida resulta significativa.
“En caso de que no haya respuestas, evaluamos intensificar las protestas desde el lunes”, dijo a este medio Ignacio Paulino, delegado de UPCN en la CIC.
El desembolso depende de la cartera de Economía, luego de que esa responsabilidad haya pasado de manos de la CIC a las del Ministerio de Ciencia. “No entendemos los motivos por los que deberían intervenir otros organismos”, dijo a Contexto Eduardo Ricardi, delegado de ATE en la CIC, quien consideró que “hay una falta de predisposición política para resolver esto, porque se patean la pelota de un lado para otro mientras los fondos están y no superan más que un salario de uno de los nuevos asesores nombrados en la CIC”.
Este conflicto se remonta a fines de agosto, cuando los trabajadores también hicieron una retención de tareas y se trasladaron al Ministerio de Ciencia para llamar la atención del organismo que preside Pablo Romanazzi, que de manera abrupta cortó el pago de las horas extras. En aquella ocasión bastó una semana de protestas para provocar que el dinero sea depositado, luego de la intervención del Ministerio de Trabajo, que dictó una conciliación obligatoria. Tras una reunión, las partes conciliaron y el pago se efectuó.
Luego de recibir ese pago, el organismo que preside Romanazzi frenó hace dos semanas otra vez el pago de las horas extras incumpliendo el acta acuerdo que había firmado con los gremios a fines de agosto.
Los trabajadores afirman que el arreglo anterior se debió al inminente congreso anual de la CIC, motivo por el que las autoridades resolvieron el conflicto.
“Confiamos en que esto se solucione y para eso en octubre nos tienen que pagar los meses que se hayan acumulado, que son dos, porque de lo contrario no vamos a aceptar”, señaló Eduardo Ricardi.
Los problemas en la CIC vienen desde el año pasado, cuando el decano de la Facultad de Informática de la UNLP, Armando De Giusti, renunció a la presidencia del ente a raíz del “escaso presupuesto provincial” destinado a la inversión en el organismo bonaerense de ciencia, que tiene una función muy similar a la del CONICET a nivel nacional, que también está en conflicto por los recortes.
“Notamos que hay una falta de apoyo para el trabajo del personal científico, sumado a que los centros de la CIC esparcidos por la provincia cuentan cada vez con menos dinero”, dijo el delegado Ricardi.
En línea con la gestión de Mauricio Macri, que recortó los presupuestos para las áreas de Ciencia y Universidad y promete hacer lo mismo para el año que viene, el gobierno de Vidal no ha mostrado un interés ni un planteo claro de desarrollo integral en el área científica y productiva.