Por Pablo Bilyk
La ciencia como espacio articulador de los sentidos sobre lo académico, lo cultural y lo político, es parte fundamental de la construcción del entramado social, uno de los núcleos fundamentales para comprender el mundo que habitamos. Entendiendo el conocimiento como un campo de poder, de lucha, de síntesis y de preguntas que nos permiten abrir los sentidos.
También se trata de una iniciativa de comunicación pública de la ciencia, la preocupación por la circulación del conocimiento científico y su apropiación por parte de la sociedad. De allí la necesidad de comunicar las producciones científicas, sus actores, el surgimiento de nuevas áreas, sus consecuencias económicas, sociales y ambientales; aportando a solucionar problemáticas sociales.
El foco puesto sobre la Patria Grande responde a la necesidad de pensar las condiciones específicas para el desarrollo de una política científica emancipatoria en nuestros países. El contexto es fundamental para comprender las múltiples problemáticas que el sector afronta ante los gobiernos neoliberales. El achicamiento del Estado implica un freno a las políticas activas que, en Argentina, durante el período 2003-2015, permitieron una transformación profunda en el sistema científico nacional con políticas de repatriación, categorización salarial, incorporación de becarios e investigadores; sumado a la creación de nuevas universidades y un gran crecimiento en infraestructura. Entendiendo que el rol del Estado resulta fundamental para sostener un proyecto de soberanía científica y productiva, se plantean múltiples preguntas y reflexiones que aquí intentaremos desarrollar. Agradeceremos sus contribuciones.