Por R.G.M.
«En medio del caos descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta a pesar de todo eso… En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz» (El Verano Invencible, de Albert Camus).
A lo largo de su vida, Lisandro Ibarrolaza ha combatido la hostilidad del mundo a través de la música. Y más específicamente la canción, como una elevada forma de armonía que contrasta y mitiga el caos imperante. Y es que en su compleja sencillez y tamaño, ese formato indeleble de la expresión artística se rige por ciertas reglas, convenciones y lineamientos que, si bien acaban siendo liberadores, ofrecen una suerte de orden que podríamos llamar narrativa.
Y en esa línea, el ex Embajada y Los Noventa siempre ha apelado a la canción más tradicional e invencible. Esa en la que prima la melodía agradable y en la que el estribillo es precedido por estrofas y puentes.
Sin embargo, en este nuevo proyecto, la dinámica se modifica sin perder esencia. El dúo conformado previamente por Cinthya Llanes y Walter Ibarra no se pliega a sus composiciones sino que pareciera lo contrario. Lo cual despoja Ibarrolaza de estructuras preconcebida, soltando versos y líneas melódicas más breves. No es que estén fragmentadas, pero sí menos determinadas en tiempo y forma. Como quien arroja granos de arena a la arena.
«Cuando termine el verano seremos más que viajeros», repite sobre una base relajada cuya mezcla de pop y armónica nos remite al Dylan de los 80 o a War On Drugs. «El sol verás como nunca antes, donde brillará el amor», canta esperanzado aún dentro de un sonido más dark pop, y en «El show» se acelera la velocidad entre phasers y un pulso que bien podría ser un hit radial de Los Tipitos.
El verano de Camus es el nuevo EP del nuevo proyecto de alguien que sabe que el verano puede terminar. Pero que la canción es un viaje infinito y sin tiempo.
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«Estamos presentando nuestro segundo material. Tocamos hace dos años. Primero tocamos una canción que se llamó ‘Enero’, que tiene su videoclip y fue grabado en Santa Teresita. En este momento estamos presentando nuestro segundo trabajo que consiste de seis canciones. Un EP con una parte A y una parte B. Tiene que ver con un escrito de Albert Camus de hace muchos años que habla de lo difícil que es la vida en sí y del optimismo que haya que tenerla para enfrentarla y para vivir bien».
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«Fue grabado en La Plata en Estudios Sonar por Charles Manso y en Plasmar, estudio de Mar de Ajó por Marcos Scarcella. Acabamos de sacar nuestras primeras tres canciones. Mis dos compañeros (Cintia Yanñez y Walter Ibarra) son un matrimonio y tenían un dúo de música instrumental. Y bueno, yo me sumé con la implementación de letras y melodías en el canto. Puedo decir que las letras son bastante optimistas con mensajes de amor, de naturaleza tanto de ciudad como de mundo costero».
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«Lisandro y Los Valvus tal vez tenga melodías que tienen que ver con mis otros trabajos. Fraseos, mi voz, mi forma de armonizar mediante coros… La forma de tocar la guitarra. Eso es lo que coincide mientras que lo que no tiene que ver con la estructura formal de la canción rock que no está acá. Que no tiene una introducción, estrofa, estribillo o una coda final. Sino que por ahí tiene otro tipo de partes, no tan rigurosas de ese modo. Tal vez tenga dos estrofas o muchas partes instrumentales. O tal vez no tenga estribillo… Sobre todo muchas partes instrumentales. Y ahí difiere un poco».
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«Lo primero que viene es la presentación de esta parte A. Será el 5 de octubre en el patio de Raíces junto a Traicionero. Además de esas tres canciones, vamos a hacer un repertorio mucho más largo. Y esperando la segunda parte del EP, más adelante. Y seguir haciendo cosas siempre. La idea de hacer un videoclip, de seguir grabando, de seguir componiendo, de seguir tocando tanto en la costa como en La Plata. Un posible viaje a Brasil, tal vez… Con todos estos proyectos en la cabeza».
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«Yo creo que el momento ideal para escuchar este o cualquier otro disco es tener a disposición tiempo. Estar predispuesto. Es fundamental a la hora de poder disfrutarla. Creo que es una música que acompaña muy bien a la naturaleza. Por ejemplo, se puede escuchar en un viaje, en un momento de introspección, en un lugar al aire libre, desde la casa misma con un vino de por medio a la noche, a la mañana tomando unos mates. Creo que va por ahí».
