Por R.G.M.
“Odio este lugar gigante donde nadie va a cuidarte”, entona Lisandro Castillo en “Es tarde”, pieza que –entre sintetizadores, bajos cinematográficos y guitarras oscilantes- funciona como bálsamo dentro de un disco donde gobierna el vértigo. Y que nos hace preguntar si ese lugar es una casa, una ciudad o el mundo entero. Si desde LMDG el también diseñador visual plantea un ensayo distópico sobre contemporaneidad digitalizada, en Un Desastre el imaginario y composición de personaje oficia casi como un opuesto complementario.
Si bien la producción de laboratorio y ciertos elementos sonoros se sirven de las tecnologías, Castillo reacciona a la amenaza como cualquier animal (racional o no) y responde al instinto primal . Que para muchos es y seguirá siendo el rock&roll o la “música de guitarras”. Desde una suerte de trinchera poblada de latas vacías, resacas y desagrado, aplica la potencia y la elipsis para apuntar a un escenario del cual no quiero o ni siquiera puede participar. No sabemos si es político, social, artístico o virtual. Pero en tiempos de “fomo” y terror a quedarse afuera, el narrador de Un Desastre se autoexcluye sobre canciones voraces.
“No importa que digan ni lo que creas que sos / no entiendo tu cara ni lo que venden de vos”, vocifera distorsionado en “No me sale”, un rock&roll adhesivo tan cercano a los Stones como a Televisión o Can. Y es que sin proponérselo –o sí, ¿quién sabe?- este Lado A cumple a la perfección el ciclo del duelo con una mundo que ya no es. De la negación, pasa a la bronca con “Esa porquería” que “está creciendo y ya nadie sabe lo que tiene que hacer”, donde las guitarras se mezclan con un sorpresivo solo digital. La citada “Es tarde” oficia de negociación para abrir paso al dolor de “Nadie quiere escuchar”: “No sabés bien lo que hay que decir, tampoco sabes bien que hay que escuchar”.
“Ya no controlo”, asume en “Latas vacías” para cerrar con aceptación y abrir la incógnita:¿llegará en el Lado B de este auspicioso debut al fin la redención? Mientras tanto el mundo es y seguirá siendo una porquería, ya lo sé, en el 506 y en el 2023 también. Y aún así, el único lugar conocido para tomar birra, comer algo al fuego y no dejar jamás de tocar la guitarra. Porque la humanidad será un desastre que se equivoca y paga. Pero la guitarra…la guitarra no se mancha.
PLAY>
“Un Desastre es un mundo donde todo es bebida, garage… Punk&roll y pesimismo del mejor. Es una especie de multiverso en el que el rock de garaje se adueña de la cabeza de un tal Lisandro Castillo y se transforma en El Desastre. Música para patear la ciudad, para beber y para maldecir a este extraño extraño mundo”.
REC°
“Es una serie de canciones grabadas en la casa del Parque en un periodo no muy largo entre 2022 y 2023. Mezcladas de manera rústica por mi y emprolijada en la masterización por stems que hizo Joaquin Castillo para Tdmm siempre”.
REW<<
“Bueno en sí es un nuevo camino. Un mundo más de la canción sucia. O por lo menos eso escucho yo. Hay una manera más tosca de escribir. Cosas medio locattis pero un rocanroleo constante. No sé bien que continúa de otros proyectos pero algo debe haber… el tono de voz del cantante de mínima”.
FRWD>>
“Lo que se viene es la segunda tanda de la compilación en el Lado B, y con él, la edición del formato físico en cassette. No sé si podré presentarlo en vivo, es temprano para saberlo”.
PAUSE||
“Como mencionaba al principio, es para escuchar andando por la ciudad lata en mano. O en un auto o bici cruzando la ciudad. Son 20 minutos que en La Plata cruzas la ciudad tranquilo”.
LADO B
“Es lo que a nadie importa y yo más espero. Hermosas canciones quedan por salir aun. O eso creo yo”.