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Comenzó el juicio oral por el atentado a Cristina Kirchner: los puntos que ilustran el proceso

Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo son los acusados por el intento de asesinato contra la entonces vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Las claves planteadas por el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, para analizar el proceso judicial.

Este miércoles, el Tribunal Oral Federal 6 comenzó a juzgar a los tres acusados de haber intentado matar a Cristina Fernández de Kirchner (CFK) el primero de septiembre de 2022, en el barrio porteño de Recoleta. Las audiencias se llevarán a cabo cada miércoles en los tribunales de Retiro, bajo la supervisión de los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari.

En la acusación está la fiscal Gabriela Baigún junto a los abogados de CFK, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal.

En el banquillo de los acusados están Fernando Sabag Montiel, quien gatilló a la cabeza de CFK con un arma calibre 32; Brenda Uliarte, su exnovia, señalada como coautora del magnicidio; y Nicolás Carrizo, el jefe de ambos y señalado como un partícipe secundario.

Asimismo, los abogados de CFK apuntaron contra el diputado del PRO, Gerardo Milman, luego de que un asesor de un legislador del Frente de Todos lo escuchara antes del atentado: “Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”.

La audiencia comenzó pasadas las 9:30 de la mañana. Al tribunal, Sabag Montiel llegó al banquillo con un cartel: “Me tienen secuestrado”. El acusado es representado por la defensora oficial María Fernanda López Puleio. Uliarte cambió de abogado y contrató a Carlos Telleldín, y ahora está siendo asesorada por Alejandro Cipolla. Mientras tanto, el letrado Gastón Marano tiene la defensa de Carrizo desde el inicio de la causa.

Según detallaron fuentes judiciales, hay 277 testigos en los que se encuentra Cristina Fernández de Kirchner. Debido a la cantidad de personas que tienen que declarar, se espera que el juicio se extienda entre seis meses y un año.

El intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner ocurrió el primero de septiembre de 2022 a la noche, cuando la entonces vicepresidenta se encontraba regresando a su casa en el barrio porteño de Recoleta y paró a saludar a la militancia que se encontraba haciendo una vigilia en el marco de la condena a 12 años de prisión por asociación ilícita y defraudación al Estado en la causa Vialidad, dictada por el fiscal Diego Luciani.

Esa noche, Sabag Montiel se encontraba entre la multitud. Se acercó, apuntó en la cabeza de Cristina Fernández de Kirchner con una Bersa calibre 32 y gatilló más de una vez: la bala no salió. “Recién intentamos matar a Cristina”, fue uno de los mensajes que se encontraron en el celular que entregó Nicolás Carrizo.

CLAVES

En la previa a la audiencia, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Juan Martín Mena, se refirió al proceso judicial y analizó el contexto de uno de “los hechos más graves desde la recuperación democrática”.

En este marco, el funcionario provincial apuntó que el silencio de los medios de comunicación y de la dirigencia política “resulta igualito al de jueces y fiscales que tienen la responsabilidad y obligación de investigarlo. Un liso y llano encubrimiento”.

A través de sus redes sociales, Mena describió 10 puntos para ilustrar y entender el contexto en el que se desarrolla el juicio:

  1. El contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, ocultando información imprescindible y estando en poder de la jueza.
  2. Nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes (Revolución Federal, Nueva Centro Derecha, entre otras). Esas organizaciones nacieron meses antes del atentado, recibieron financiamiento político y desaparecieron al otro día del 1 de septiembre de 2022.
  3. Sus integrantes se paseaban y fotografiaban con Patricia Bullrich y asisten hoy al Congreso invitados por diputados del oficialismo. Recibieron decenas de millones de pesos de la familia Caputo los meses previos al atentado.
  4. Quince días antes del atentado, en una reunión virtual habían explicado cómo hacerlo. Exactamente la misma mecánica del hecho que ejecutaron los atacantes.
  5. Un testigo oyó decir a Gerardo Milman, mano derecha de Bullrich, dos días antes del atentado: «Cuando la maten, voy a estar camino a la costa”.
  6. La justicia esperó todo lo que pudo, esperó que lo sepa Milman, y meses después le ordenó que entregue sus teléfonos. El contenido de los celulares de Milman y sus secretarias estaba completamente borrado. Es más, entregó un modelo de teléfono que salió a la venta tiempo después del atentado. A la jueza ni siquiera le ofende que le tomen el pelo.
  7. En mayo de 2023, una de las secretarias de Milman declaró que ella, Milman y otra colega fueron citados en noviembre de 2022 en las oficinas de la Fundación de Patricia Bullrich, donde un experto en informática borró durante más de 4 horas los teléfonos de todos. La jueza y el fiscal decidieron no investigarlo.
  8. Estando preso, el atacante dijo por escrito que de su situación debía hacerse cargo Hernán Carrol (líder de Nueva Centro Derecha). La jueza otra vez se encargó de esperar hasta que Carrol lo sepa. Cuando le pidió su teléfono, también había sido completamente borrado los días previos. La jueza nunca lo investigó.
  9. Carrol compartió un viaje al exterior con el jefe de gabinete de Milman. Tras un año y medio de requerir que se investigue, ni siquiera resultó relevante para la jueza saber si ese viaje existió.
  10. No se profundizó nunca sobre la vecina de CFK, Ximena Tezanos Pinto, quien los días previos deseaba que los kirchneristas estén “presos, muertos o exiliados”, mientras hacía ingresar al edificio a los integrantes de Revolución Federal.

“Si ante la mirada de 47 millones de argentinos y argentinas ocurrió este atentado y no se avanzó ni un ápice, cabe preguntarse qué justicia le quedará a cualquier ciudadano, que todos los días merece tener a resguardo su derecho a vivir”, expresó Mena.

“La única certeza que la sociedad argentina tiene respecto a este hecho es que hasta aquí un sector del poder judicial y del poder político no esclareció el intento de asesinato a la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y lo que resulta aún más desesperanzador es que casi nadie cree que exista la vocación, la responsabilidad, el compromiso y la ética necesaria para llegar a la verdad. Así empieza este juicio”.

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