Miembros de las cooperativas municipales que se encontraban reclamando frente a la Municipalidad de La Plata por sus sueldos adeudados fueron reprimidos por la Policía bonaerense en la tarde del viernes.
Como resultado de un episodio poco claro en el que actuaron tanto la Policía Local como la provincial, tres trabajadores de las cooperativas debieron ser atendidos dentro del cuerpo médico de la Comisaría 1ª de La Plata, unidad en la que permanecieron detenidos a pesar de las lesiones recibidas durante la represión.
«Esto fue una provocación», comentó César Lares, referente cooperativista del barrio El Retiro, a Contexto: «Se utilizó el cuerpo de Policía Local como un pretexto para luego reprimir con la bonaerense». César relató cómo sucedió el altercado entre las fuerzas policiales y los manifestantes.
Según Néstor Tosso Noti, otro de los referentes barriales que acompañó el reclamo, los trabajadores llegaron en el medio de una incertidumbre absoluta porque “ahora no saben si van a cobrar antes de Navidad y están muy lejos de hablar de continuidad”.
Tosso Noti abona a la versión de Lares sobre cómo se originaron los hechos de violencia por parte de los uniformados. Al relato de lo sucedido también le agregó que, desde temprano, hubo intento por parte de gente de la comuna de generar un clima enrarecido
“Antes de que pase todo, salió una mujer muy jovencita a hablar con nosotros, pero se puso a gritarle a una señora, es decir, salió para generar enojo”, agregó. “Además no están pidiendo una fortuna: son 3.500 pesos los que les deben”, detalló.
En la ciudad hay, aproximadamente, 7 mil cooperativistas que prestan servicios esenciales, desde el mantenimiento de espacios públicos hasta recolección de residuos. Bajo la excusa de que hay otras cuestiones para atender primero, la intendencia envía mensajes ambiguos sobre qué va a pasar con los empleos.
Otra cosa que calentó los ánimos durante la jornada fue la aparición de un supuesto funcionario con el mensaje de que lo prometido por jefe comunal, el macrista Julio Garro, ahora no estaba asegurado. “Ayer Julio en persona nos aseguró que estaba todo arreglado para cobrar antes del 24”, explicó Lorena, presidenta de una cooperativa.
“Nos dice que todavía tienen que revisar los números (de la gestión), pero nosotros no somos números, somos personas, somos familias que sólo queremos cobrar lo que trabajamos, que es el mes de noviembre”, amplió.
Los cooperativistas también descreen del método de inscripción que esta semana se puso en práctica desde el Ejecutivo local: gacebos repartidos por las delegaciones para anotar a quienes cumplen tareas en el casco urbano y en las localidades.
Después de la represión, los manifestantes volvieron al Palacio de calle 12 pero no fueron recibidos. Ahora prometieron continuar con los piquetes en los accesos y en los centros comerciales, “para que se sienta”. También acordaron ir con maridos, esposas, parejas, hijas e hijos, para demostrar por quiénes piden. Ante la propuesta de hacerlo el lunes, otros respondieron: “empecemos mañana, la semana que viene ya va a ser muy tarde”.