A una semana de ocurrido el intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner, persisten las demostraciones de solidaridad con la vicepresidenta y el llamado general a terminar con los discursos de odio y radicalización. A pesar de la actitud beligerante que volvió a asumir la oposición de Juntos, continúa el llamado a la paz social luego del hecho que conmocionó al país.
«Todos los sectores que influyen en la vida social y que tienen influencia en los mecanismos de decisión deben llamar a reflexión para repensar la vida democrática en Argentina», fueron declaraciones de este jueves del ministro de Desarrollo Comunitario bonaerense, Andrés Larroque, y uno de los principales cuadros de referencia del kirchnerismo dentro del oficialismo.
En diálogo con Radio 10, Larroque sostuvo que el hecho ocurrido en la noche del jueves pasado «tiene que ser un punto de inflexión en nuestra democracia, nos tiene que llamar a todos a la reflexión».
El planteo del ministro bonaerense fue dirigido no solo al límite que el atentado cruzó sobre el pacto democrático general, sino también en referencia a la escalada de ataques focalizados de manera específica sobre la figura de la vicejefa de Estado, perseguida y hostigada en los últimos meses tanto por el aparato judicial como por la oposición política y los medios de comunicación afines. «Cristina representa un liderazgo, pero también un bastión en términos de soberanía en un mundo convulsionado, en guerra y en una disputa feroz por los recursos», señaló.
Cabe recordar que, si bien en el momento inmediato posterior al atentado hubo una actitud general de repudio al hecho, la oposición de JxC no tardó en reactivar las operaciones de ataque al oficialismo. Tal fue el caso de Horacio Rodríguez Larreta, que decidió criticar la jornada de movilización durante el feriado del viernes, o de Patricia Bullrich, que ni siquiera se pronunció sobre el intento de magnicidio y este jueves justificó su silencio.
«No podemos relativizar ni minimizar que acá lo que se está discutiendo hoy en Argentina lamentablemente es si regresó la violencia política», expresó Larroque en referencia a la escalada de saña político-partidaria contra el peronismo. «Tenemos que empezar a debatir si va a haber que hacer política con chaleco antibalas en Argentina. Ya pensarlo es estremecedor, pero lamentablemente es lo que nos toca transitar en este presente», advirtió en diálogo con Futurock.
En ese sentido, Larroque recordó la invitación reciente por parte del intendente de Luján, Leonardo Boto, a toda la dirigencia política para participar de la misa en la basílica este sábado al mediodía, como un llamado a congregarse con miras de una pacificación social generalizada.
«No es un acto. Más allá de este hecho de carácter espiritual, hay que discutir de verdad cómo hacemos para que nuestro país funcione con justicia social y equidad. La invitación está hecha, esperemos tener un momento que es más de lo espiritual, pero creo que también aporta. Para nosotros es en agradecimiento a Dios y la Virgen por el milagro de lo que ocurrió con Cristina», agregó el ministro de Desarrollo Comunitario.