Por Roberto Álvarez Mur
En una semana marcada por el reclamo de cooperativistas ante las precarias condiciones de trabajo y bajos salarios, la gestión del intendente platense Julio Garro tuvo este jueves un nuevo round con este sector de trabajadores: los casi 400 barrenderos correspondientes al Casco Urbano de la capital bonaerense, que decidieron paralizar sus actividades durante las primeras horas del día a causa de una irregularidad en el pago de los cheques correspondiente a los sueldos.
“La medida se llevó adelante porque nos dijeron que no estaban los cheques listos para cobrar. Cierta persona que decía ser parte de la Dirección de Cooperativas, dijo que había problemas con el pago y que no iba a poder concretarse”, dijo a Contexto Walter, uno de los empleados municipales que indicó la serie de descontentos que este sector acumuló este último año frente a la gestión macrista y las cuentas pendientes que aun adeuda.
“La gestión anterior hacía las liquidaciones el día 25 y el día 11 se cobraba, sin faltas. Con la llegada de la gestión de Garro se complicó todo».
“La gestión anterior hacía las liquidaciones el día 25 y el día 11 se cobraba, sin faltas. Con la llegada de la gestión de Garro se complicó todo, después del año pasado donde se hizo la manifestación grande donde se pararon todas las delegaciones del Casco Urbano porque no nos querían pagar noviembre y después sucedió aquella jornada tan triste del Estadio único” expresó el trabajador, en referencia a la represión sufrida por los cooperativistas que se presentaron a cobrar y fueron recibidos con agresiones por parte del operativo de seguridad, en vísperas de la festividades de 2015.
Asimismo, el cooperativista señaló: “En el mes de octubre del año pasado, el concejal Fernando Ponce, según él por palabras del propio Garro, nos había prometido que a para septiembre de este año ‘estaríamos en los 7.600 pesos’. En mayo, Garro hizo otra presentación diciendo que a íbamos a ser beneficiarios de un plan de tarjeta SUBE que tampoco se cumplió. Otro plan de seguro de vida, tampoco se cumplió”.
«Tenemos un compañero que hasta el día de hoy sigue trabajando en zapatillas. Y se sabe que necesitamos botines especiales para trabajar”, agregó.
Al día del a fecha, los cooperativistas cobran 3.500 pesos por sus labores y, según manifestaron en estos días, muchos de ellos sufrieron descuentos de casi un tercio de ese monto, justificados por supuestos ausentismos.
En tanto, el conflicto por la entrega de los cheques a los barrenderos se medió y resolvió hacia las primeras horas de la tarde de manera personal con los trabajadores.
En agosto, la crisis que atraviesan las cooperativas de trabajo desde la llegada del macrismo a la ciudad se intensificó cuando trescientos desocupados se manifestaron frente a las puertas de la intendencia local y de los ministerios provinciales de Planificación y de Desarrollo Social.
El sistema de cooperativas de La Plata está integrado por al menos noventa organizaciones que reciben el pago directo desde las arcas municipales, lo que ha generado un uso discrecional de los fondos en algunos sectores que ahora se encuentran bajo investigación judicial.
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