Mientras el intendente Julio Garro prepara un predio en Los Hornos para retirar a los manteros del centro de la ciudad y los criminaliza con el anteproyecto del Código de Convivencia Ciudadana, cada vez son más los platenses que se vuelcan a las calles a vender: según un informe publicado por la Cámara Argentina de Comercio, La Plata es una de las ciudades con mayor venta callejera, con un aumento del 15% en sólo un año.
A la par del crecimiento del desempleo que escaló a un 9,5% en el Gran La Plata, según los últimos datos aportados por el INDEC, las plazas de la ciudad, teniendo como epicentro la San Martín, se ven con cada vez más vendedores, en su mayoría de ropa usada, que encuentran así una forma de generar un ingreso en tiempos de crisis.
Jaqueline (vendedora): “Hoy en día está todo desbordado, porque no hay trabajo y hay mucha gente que se quedó sin trabajo, entonces recurre a la plaza a vender».
Según detallaron en diálogo con Contexto, son más de trescientos los manteros frente a Gobernación. “Hoy en día está todo desbordado, porque no hay trabajo y hay mucha gente que se quedó sin trabajo, entonces recurre a la plaza a vender. Porque no se cobra, no tiene que pagar nada y vende la ropa que tiene”, dijo a este medio Jaqueline, una de las vendedoras, quien detalló que en su mayoría son mujeres, madres, desempleados, “estudiantes que no les alcanzan ni para las fotocopias” y “jubilados a los que no les alcanzan la plata para los medicamentos y tienen que salir a vender porque no les alcanza para vivir”.
Cabe destacar que el último informe del INDEC arrojó números preocupantes para la capital provincial: el 28,1% de sus habitantes son pobres, es decir, 245.070. Mientras que 54.329 están bajo la línea de indigencia, siendo en los barrios donde estos números se recrudecen. En este marco, se vuelcan cada vez más personas a vender en la vía publica.
En principio, la propuesta de Garro para “erradicar la venta ilegal” es la concreción de un predio en 34 y 80. para acceder a un puesto habrá que realizar la habilitación en bomberos, ARBA y AFIP.
Mientras medios locales hablan de una “invasión” de las calles por parte de manteros, el gobierno de Garro tiene algunas cartas para sacar del centro a quienes están comerciando. En principio, la propuesta a fin de “erradicar la venta ilegal” es la concreción de un predio en 34 y 80, y sigue avanzando con reformas para un paseo de compras similar al Paseo de Compras del Sur, conocido popularmente como “Feria Paraguaya”, la Salada platense.
Según detallaron desde la Comuna, para acceder a un puesto en este predio habrá que realizar la habilitación en bomberos, así como las tramitaciones correspondientes en ARBA y AFIP, al tiempo que se creará un registro de feriantes.
Esta propuesta no es bien vista por los vendedores. “El predio no nos favorece. Nadie se acercó del Municipio a hablarnos. Desde noviembre que nadie se acerca: la última vez vino Control Urbano, que nos golpeó y sacó las cosas. No se acercaron a ofrecernos nada. No vienen a la plaza”, explicó Jaqueline.
“El predio no nos favorece. Nadie se acercó del municipio a hablarnos. Desde noviembre que nadie se acerca: la última vez vino Control Urbano, que nos golpeó y sacó las cosas»
“A Garro le parece bien que vayamos a 34 y 80 y que alguien nos cobre, que sea privado. Pero no le parece bien que nosotros vendamos en un lugar”, dijo a este medio María Rosa, vendedora de la ciudad. “Hay gente que estaba bien económicamente pero con lo que aumentó todo no alcanza. Hoy están cerrando negocios. Imaginate nosotros. No nos alcanza. Eso es lo que tiene que entender Garro: nos está matando. ¿Qué quiere?, ¿que nos muramos de hambre?”, agregó.
La otra herramienta que busca implementar el Municipio viene de la mano del Código de Convivencia Ciudadana, que ya se está debatiendo. Respecto de los vendedores ambulantes y los manteros, establece en los artículos 178 y 179 multas de veinte a dos mil módulos (3.440 a 344.000 pesos) y/o arresto hasta treinta días. El 181 señala que “el ofrecimiento a viva voz de productos o el empleo de adminículos sonoros destinados a llamar la atención del público será sancionado con multa de 20 a 1.000 módulos” (3.440 a 172.000 pesos).
maría rosa (vendedora): “Nosotros no estamos delinquiendo. No queremos que arresten a nadie. No queremos que se metan con nosotros, queremos que nos dejen trabajar, nada más».
“Este gobierno quiere penalizar lo que estamos haciendo”, opinó Jaqueline, quien detalló que los manteros no pueden afrontar tales multas. “Quien va a vender lo máximo que se lleva es trescientos pesos, estando tres veces por semana cinco horas. Y hay veces que casi no vende nada. La gente que nos compra paga lo más barato que puede”, detalló.
“Nosotros no estamos delinquiendo. No queremos que arresten a nadie. No queremos que se metan con nosotros, queremos que nos dejen trabajar, nada más”, consideró María Rosa. “Garro está sentado en un sillón en vez de arreglar las necesidades que tenemos la gente de la que él se tiene que hacer cargo. Que Garro mejor vaya y vea las necesidades de las personas”, concluyó.