A través de un comunicado, desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en sus seccionales municipales advirtieron que el Municipio de La Plata está en «emergencia en salud», ante la falta de insumos y los problemas de infraestructura que padecen los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS).
«Ante esta desidia del intendente Julio Garro y sus funcionarios con la salud de los platenses, exigimos el inmediato abastecimiento de los CAPS. Hace años que el Primer Nivel de Atención está a la deriva, no hay voluntad política de dar una atención de calidad a la población de los barrios platenses, que se evidencia a través del bajo presupuesto destinado para el sector, con problemas en la infraestructura (pérdidas de gas, falta de agua, techos que se caen, humedad excesiva en las paredes, baños que no funcionan, puertas de consultorios que no cierran, entre otros)», detallaron en el documento.
MARÍA Isabel Morano (referente de CICOP Municipales La Plata): «La falta de insumos básicos está perjudicando la atención. Todos los días tenemos que rechazar consultas y pedidos de curaciones».
De esta forma, los sindicatos pusieron en evidencia la partida presupuestaria destinada en 2020 para el área de Salud municipal: mientras Obras Públicas tuvo un aumento del 54%, Producción del 942%, Seguridad del 75%, la Secretaría sanitaria solo percibió un incremento respecto al año anterior del 13%, quedando así más de cuarenta puntos por debajo de la inflación.
Según la web oficial de la Municipalidad, son 46 los CAPS distribuidos en diferentes puntos de La Plata. Con un fuerte anclaje territorial, las denominadas popularmente «salitas» tiene como objetivo acercar a la comunidad una atención primaria de la salud para que no tenga que recurrir a los hospitales, descomprimiendo de esta forma la demanda de los mismos. Sin embargo, ante el deficiente estado de los CAPS, las y los trabajadores advierten que el servicio no resulta efectivo.
«La falta de insumos básicos está perjudicando la atención. Todos los días tenemos que rechazar consultas y pedidos de curaciones porque los insumos básicos que necesitamos para atender no los estamos recibiendo», explicó a Contexto María Isabel Morano, referente de CICOP Municipales La Plata.
Desde CICOP destacaron que la falta de insumos se empezó a agudizar a mediados de diciembre, cuando Garro decidió realizar cambios en su Gabinete, designando al frente de Salud a Enrique Rifourcat, quien ante los reclamos envió una circular para preguntar qué insumos faltaban «cuando los insumos son siempre los mismos», destacó Morano.
«No justificamos esta demora porque haya habido un cambio de gestión, porque hay procesos que tienen que cumplirse independientemente de las circunstancias cuando hablamos de salud», agregó.
«En los Centros no hay agua oxigenada, ni guantes, ni rifocina, ni cinta hipoalergénica, ni gasas, ni algodón, ni vendas, ni jeringas», enumeró Morano, y destacó que en este escenario vecinos y vecinas que se acercan a los CAPS reciben la negativa de los trabajadores y trabajadoras, por lo que no obtienen la debida atención.
En este escenario, los gremios exigen una respuesta urgente. «Sabemos que hasta el 20 de enero no se había hecho ninguna compra, con lo cual esto no se va a solucionar de un día para el otro», destacaron. «Todos los profesionales están poniendo plata de su bolsillo para atender», agregó.
morano: «No justificamos esta demora porque haya habido un cambio de gestión, porque hay procesos que tienen que cumplirse».
Precarización a la orden del día
Este crítico escenario se completa con las pésimas condiciones laborales en las que se encuentra el personal de las salitas de La Plata: tercerizados a través de la Cooperativa La Solidaria, enfermeros y enfermeras que cobran 46 pesos la hora aún no han cobrado su bono de fin de año, según advirtieron desde CICOP.
«Es relación de trabajo tercerizada precarizada para quienes son la figura con más horas de permanencia en las salitas y con los sueldos más bajos del sector», explicó Morano, quien detalló que este «personal compra insumos de su magro bolsillo para poder atender y cortan vendas para convertirlas en gasa».