Cuando el presidente Mauricio Macri firmó en noviembre el decreto para el pago de un bono de fin de año de 5.000 pesos no remunerativo a pagar en dos cuotas para trabajadores privados bajo convenio, las pequeñas y medianas empresas advirtieron de las dificultades que les implicaba cumplir con esa obligación en medio de la crisis económica que las tiene como claras perdedoras.
Avanzado enero, la Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC) aseguró que cuatro de cada diez empresas no pagaron el bono, a la vez que sólo 2 lo abononaron parcialmente, por lo que únicamente el 57% de las empresas pudo afrontarlo de manera parcial o total. Así se desprende de su Encuesta de Expectativas Económicas relativa al cuarto trimestre de 2018, cuyo objetivo es “determinar variables cualitativas y cuantitativas de las unidades productivas que dependen fundamentalmente del mercado interno además de conocer las expectativas de los empresarios nacionales al respecto de la marcha de la economía real de la Argentina”.
La muestra abarcó en un 98% a micro, pequeñas, medianas y grandes empresas y en un 2% a cooperativas y empresas recuperadas, ubicadas en su mayoría en el Gran Buenos Aires (el 74% sobre un total de 234 emprendimientos). Ante la consulta sobre si pagaron el bono de fin de año, los empresarios contestaron negativamente en un 41,88%, de modo afirmativo en un 43,16%, y también de modo afirmativo pero con un monto menor a los 5.000 pesos en un 14,96%.
En diálogo con Contexto, el titular de ENAC, Leo Bilanski, sostuvo que la medida “fue discrecional y no sirvió para reactivar la economía”. El empresario remarcó que el principal motivo por el que las pymes no están en condiciones de pagar el bono “es la recesión económica”, y detalló como factores “la caída del producto bruto interno y de las ventas minoristas, aumento récord de la inflación del 47,6%, y caída del poder adquisitivo de los trabajadores producto de la devaluación de la moneda”.
Bilanski: “2018 fue año récord en cuanto al cierre de pymes durante la gestión de Macri, con 7 mil empresas menos”.
“Si a eso le sumamos el aumento brutal de los costos que están dolarizados, como energía, materias primas, logística y combustible, lo que sucede es que se esfuma la rentabilidad de las empresas y por lo tanto no tienen recursos extraordinarios para destinar, como bonos adicionales para los trabajadores.”
El bono fue una herramienta del gobierno para evitar un paro nacional de la CGT, que rubricó el acuerdo al igual que las cámaras empresarias, y tuvo como fin paliar la fuerte pérdida de poder adquisitivo producto de la devaluación y la estampida inflacionaria que el mismo gobierno generó. Además de las pymes, cámaras empresarias con mayor espalda financiera también habían remarcado las complejidades para cumplir con el pago.
Cuando Macri anunció el bono, Camilo Alberto Kahale, presidente de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), había señalado que era “inviable” para las pymes. “Entendemos que los trabajadores tienen necesidades y el sueldo no les alcanza, pero las pymes no están en condiciones de pagar un bono de 5.000 pesos en este contexto de fuerte presión impositiva, tarifazos y poca rentabilidad”, dijo el dirigente de la organización que a nivel nacional depende de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME).
La situación de los despidos
Por otro lado, el informe de ENAC también subraya que el ministro de Producción Dante Sica no reglamentó el artículo 6 del capítulo II del decreto que oficializó el bono para contener los despidos masivos, lo cual “facilitó la destrucción de trabajo genuino, de calidad y bien remunerado configurando un verdadero montaje para la opinión pública con el aval de un sector sindical y un sector empresarial”, apuntaron.
Según ese artículo, las empresas debían notificar al Ministerio de Producción antes de despedir trabajadores, de modo que la cartera de Sica intervenga para buscar una solución a las cesantías.
“Las empresas informaron y no hubo respuesta del Ministerio. Por lo tanto, quedan firmes los despidos. En un informe que estamos realizando, tenemos el dato de que, de 250 empresas de la zona metropolitana, el 75% despidió personal. Es una cifra diez puntos superior en comparación con el tercer trimestre de 2018”, afirmó Bilanski. “El 2018 fue año récord en cuanto al cierre de pymes durante la gestión de Macri, con 7 mil empresas menos”, concluyó.