Tras eliminar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y la posterior Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, representantes del Gobierno nacional asistieron al Congreso para dar explicaciones respecto de la continuidad o no de estas políticas. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, fue el portavoz, que en un clima por demás tenso se encargó de lanzar duras críticas al exministerio, aseguró que hay que «castigar la violencia sin género» y manifestó su rechazo a «la diversidad de identidades sexuales».
Fue en la Comisión de Mujeres y Diversidad, presidida por Mónica Macha, que el ministro se refirió al exministerio como parte de la «hipocresía gubernamental de género» y aseguró que el «kirchnerismo promovió una gran estafa» con «despilfarro y mentiras» que no logró los resultados buscados. «Hubo una mala administración de cuantiosos recursos», sostuvo, y remarcó «la estructura enorme» que tenía la cartera.
En su exposición, se encargó de remarcar una y otra vez que se trata de una problemática que debe atenderse en el ámbito judicial. En ese punto, recordó que, una vez desmembrado, el Ministerio pasó como subsecretaría a Capital Humano y luego a Justicia, «por una cuestión de especialidad, porque nosotros aglutinamos todos los derechos», y enumeró una serie de duras críticas: «No existían estructuras adecuadas, planes, programas, prevención, educación, ni controles ni seguimiento de los casos. No evaluaban los riesgos, que es algo fundamental», sostuvo, y apuntó contra las y los trabajadores: «No estaban preparados, no eran capacitados, no recibían cursos, ni tenían control sobre su tarea».
«Las políticas resultaron un fracaso absoluto», definió. «Los programas eran inútiles, no presentaban coherencia y falta de orden», agregó.
De cara a su gestión, el ministro argumentó que recibieron «un país con millones de pobres» y es «ahí a donde se tienen que centrar las políticas públicas, en la tutela y protección de las personas que se encuentran en esta situación. Estos son los problemas reales de los argentinos».
En este punto, en una sala que cada vez sumaba más ruido producto de las críticas que se escuchaban por lo bajo y los festejos de un grupo de aplaudidores, Cúneo Liberona agudizó su discurso. «Se acabó solo el género. Nuestros valores son la familia, que es el centro de la sociedad y la educación», sostuvo.
«Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología. Son inventos subjetivos», dijo, y fue interrumpido por la diputada radical Ana Carla Carrizo. «Señor ministro, una cosa son sus opiniones personales y otra cosa es la ley. Usted es ministro de Justicia y está obligado a respetar la ley. Es una falta de respeto a todos los diputados que están acá», sostuvo.
Sin percatar que estaba el micrófono abierto, el Ministro se quejó de que no lo dejaban terminar y le dijo a uno de sus asesores que se le acercó que «esto está textual al discurso de Milei».
El ministro siguió con su discurso y aseguró que, basándose en un «principio de igualdad», «hay que castigar la violencia sin género», y también se refirió a la cantidad de «denuncias falsas» con «pruebas falsas» que se realizaron en los últimos tiempos. «Nosotros sostenemos la igualdad ante la ley, para todos», sostuvo. En este punto, citó a Milei en Davos y aseguró: «La violencia es violencia sin importar el género».
En ese punto, el griterío del publico ya era total. Macha remarcó que desconocían quienes eran las personas «invitadas por el Ministerio» que se hicieron presentes y encabezaban los aplausos. En ese sentido, la diputada Paula Penacca le pidió a Cúneo Libarona que se encargase de «retomar el orden en el funcionamiento de la Cámara», por lo que los griteríos en su contra se agravaron. «Yo no las conozco», dijo el ministro, por lo que la presidenta de la Cámara pidió a seguridad que las retirase. Ahí intervino la diputada libertaria Lorena Villaverde y admitió que eran invitados de su bloque.
Según denunció Viviana Biasi, las personas en cuestión forman parte del Observatorio de Falsas Denuncias, una organización que «se dedica a militar contra las denuncias de las mujeres hacia violentos y abusadores».