Por Roberto Álvarez Mur
Rogelio Frigerio, ministro del Interior: nieto del histórico periodista homónimo y ex director de Clarín, e ícono del desarrollismo durante los setenta. Fue secretario de Programación Económica bajo del gobierno de Carlos Menem, dirigiendo las privatizaciones de empresas públicas provinciales. Hoy preside el Banco Ciudad y proyecta replicar el modelo porteño a nivel nacional.
Alfonso Prat Gay, ministro de Hacienda y Finanzas: fue asesor de Máxima Zorreguieta, administrador de la fortuna de Amalia Lacroze de Fortabat, director del fondo de inversión J. P. Morgan e impulsor de políticas monetarias con metas de inflación, posturas ortodoxas y favorables a los grandes capitales. Prat Gay inició su gestión pública en el BCRA durante el gobierno de Eduardo Duhalde, para luego ser retirado durante la presidencia de Néstor Kirchner. Sus recientes declaraciones denigrando a los habitantes del interior del país generaron una fuerte polémica en la opinión pública.
Carlos Melconián, presidente del Banco Nación: durante la década de los ochenta, fue autoridad del Banco Central de la República Argentina y un actor clave en el período de la estatización de la deuda privada instrumentada por Domingo Cavallo cuando estaba al frente de la entidad. Luego, en 2003, fue candidato a ministro de Economía de Carlos Menem, hasta que se bajó del balotaje contra Kirchner. El Banco Nación y sus 17.763 empleados quedará en manos de quien hace un tiempo formó parte del panel que declaró públicamente que “las paritarias son un concepto fascista”.
Miguel Braun, secretario de Comercio: director de la Fundación Pensar, es uno de los embriones principales del macrismo en los últimos años. Su familia es una de las principales accionistas del Banco Galicia, que controla las cuentas sueldo de la Policía Metropolitana.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad: en 1999, en pleno contexto de represión al reclamo social, ocupó la Secretaría de Política Criminal. Fue ministra de Trabajo y luego de Seguridad Social durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Una de sus “iniciativas” más remarcadas fue la firma del decreto que estableció la reducción del 13% a los haberes de los trabajadores estatales y de las jubilaciones.
Federico Sturzenegger, postulado al Banco Central: “Cuando seas gobierno hacé lo que vos creas, pero no lo digas ahora”, fueron las recomendaciones que recibió del asesor electoral del PRO, Durán Barba. Sturzenegger fue secretario de Política Económica durante el gobierno de la Alianza. Fue procesado junto con otros siete ex funcionarios de aquel gobierno en la causa que investiga el Megacanje.
Sergio Bergman, ministro de Medioambiente: rabino conservador, activista social, ex legislador porteño y actual diputado nacional. Fue uno de los principales impulsores de los cacerolazos desarrollados durante la investigación por el caso Nisman, como promotor de las maniobras de desprestigio hacia el gobierno obradas desde la dirigencia de DAIA.
Oscar Aguad, ministro de Comunicaciones: procesado en 2009 por el delito de “administración infiel” e investigado por la toma de un crédito de 60 millones de dólares del que no se sabe su destino, que suscribió cuando se desempeñaba como interventor federal en Corrientes entre 1999 y 2001, durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Amigo cercano del represor condenado por crímenes de lesa humanidad Benjamín Menéndez.
