En medio de la crisis en la Subsecretaría de Educación municipal, el Consejo Escolar no resulta ser la excepción al estado de incertidumbre, y los cuestionamientos a su gestión se escucharon fuerte estos días de la mano de la oposición, que no dudó en denunciar un «caos institucional» que pone en riesgo tanto a estudiantes como al personal de las escuelas de La Plata.
El Consejo Escolar de la ciudad de La Plata es un organismo del Estado dependiente de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires que es gestionado por consejeros elegidos por votación popular, al igual que los concejales y legisladores. Tiene por objetivo central desarrollar tareas tendientes a mejorar la calidad de los 457 servicios escolares del distrito mediante la administración de sus bienes y servicios.
Según advirtieron representantes del Frente de Todos en el Consejo, la presidenta, Alejandrina Battaglino, y el tesorero, Marcelo Zarza Montes, mantienen una elevada subejecución de los fondos que fueron bajados por Provincia para llevar adelante estas tareas. Según detallaron a Contexto, «la cuenta bancaria arroja un saldo de 70 millones de pesos sin ejecutar». En este marco, destacaron que «es permanente la queja de los proveedores por la demora de los pagos» y el atraso en las obras.
Son los gremios quienes le vienen marcando la cancha a la gestión de Juntos por el Cambio en el Consejo, dando cuenta de los problemas de las instituciones escolares. Aún con las clases presenciales funcionando, el mes pasado desde el Bloque Sindical de Educación La Plata realizaron una movilización a su sede y advirtieron en ese momento que «treinta escuelas no están abiertas y otras están abiertas parcialmente por la situación edilicia».
En este marco, reclamaron que «el Consejo Escolar como ente del Estado se tiene que hacer cargo, es ponerse al servicio de cada institución educativa y de la comunidad y resolver los problemas puntuales de cada institución educativa a la brevedad».
En ese sentido, consejeros del peronismo destacaron que «la provincia gira el dinero necesario, pero Juntos por el Cambio no ejecuta los fondos». Denunciaron que hay «decenas de obras sin ejecutar, cientos de pedidos de los directivos escolares sin resolver, atraso permanente en los pagos y las arcas llenas de plata».
Estas cuestiones son parte del «caos institucional» que atraviesa el Consejo, según advierte la oposición, y de una interna entre Julio Garro y el senador Juan Pablo Allan, a quien el intendente le dio en 2017 la tarea de «monitorear» el funcionamiento de esta institución. Desde entonces, hay consejeros que responden a uno y otro, pero que tienen serias diferencias a la hora de gestionar.
Tal es así que fueron cuatro personas diferentes las que presidieron esta institución, siendo ahora la titular Battaglino, quien en los últimos días pidió licencia por tres semanas alegando problemas de salud; pero a solo unas horas de que el vicepresidente Emanuel Insaurralde (Frente de Todos) asumiera al frente del Consejo, decidió dejar sin efecto la licencia y volver a su puesto.
Consultado por Contexto, Insaurralde señaló que esto «es una disputa de poder en el heterogéneo e inconducible bloque oficialista de Cambiemos».
Vale recordar que en los últimos días este medio dio a conocer la noticia de que la Subsecretaría de Educación de La Plata se encuentra acéfala, en una muestra más de la nula importancia que le da Juntos por el Cambio al área.
Ante este escenario, la referente de la oposición platense y diputada Florencia Saintout mantuvo una reunión con representantes de la Mesa Sindical Educativa para analizar «los desafíos que atraviesa la educación en este contexto difícil» y poner a disposición el ámbito legislativo para ayudar desde ese espacio. «Nutrirse de la experiencia de maestros y maestras es clave para encontrar soluciones», manifestó la dirigente.