En el marco de un fuerte operativo policial en el predio del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), donde los trabajadores realizan un acampe contra el vaciamiento del organismo, seis empleados no pudieron fichar su egreso ayer porque la máquina de control los desconocía. Aunque no hubo una confirmación oficial, desde la junta interna de ATE-INTI denunciaron que son nuevos despidos y temen, según rumores que circularon en los últimos días, que las cesantías sean parte de otra ola de despidos que alcanzaría a cien trabajadores.
“Pasado el mediodía, un compañero nos informó que no había podido fichar la salida porque la tarjeta le daba inválida, y así nos enteramos que había cinco casos más. Nos movilizamos hasta el edificio de la gerencia pero se encerraron dentro de sus oficinas y está lleno de policías adentro y afuera. No nos vamos hasta que alguien nos dé una explicación”, señaló en diálogo con Contexto Giselle Santana, secretaria gremial de ATE-INTI.
«Nos movilizamos hasta el edificio de la gerencia pero se encerraron dentro de sus oficinas y está lleno de policías adentro y afuera. No nos vamos hasta que alguien nos dé una explicación”
Los nuevos despidos se dan mientras los trabajadores mantienen un acampe desde el lunes de 96 horas dentro del predio del INTI, en la localidad bonaerense de San Martín, contra los más de doscientos despidos de enero y la reestructuración que buscan implementar los funcionarios de la institución. Los trabajadores técnicos y profesionales piden una mesa de diálogo para resolver la situación.
Cuando comenzó el acampe, las autoridades dispusieron la instalación de un operativo integrado por uniformados de la Guardia de Infantería, de la Policía de la Ciudad y de una empresa de seguridad privada (Murata). Para los trabajadores fue una provocación y el ambiente se calentó más cuando los policías les impidieron el ingreso a pesar de que tenían un acta oficial.
Los despidos y la presencia policial en el lugar se suman al atropello que sufrió Francisco Dollman, secretario general de la junta interna ATE-INTI, por parte de Damián Testori, números dos del INTI, cuando conducía su auto en el ingreso al INTI. Dollman tuvo lesiones en un brazo y esto provocó la suspensión de la presentación en sociedad del nuevo organigrama del instituto.
El INTI es un ente autárquico que depende del Ministerio de Producción de la Nación. Cumple un rol clave para la industria, para fomentar su desarrollo y el de las pequeñas y medianas empresas, sectores castigados por la política económica del gobierno. “Hay una política de vaciamiento y privatización del organismo, que tiene que ver con la política del gobierno en relación con la industria y sus controles, y con la apertura indiscriminada de importaciones”, apuntó Santana.
El conflicto se desató en enero por los 258 despidos. Luego fueron reinsertados treinta por orden judicial, ya que son personas con discapacidades o enfermedades graves. Desde aquel entonces los trabajadores se han mantenido en lucha contra el ajuste que achica las funciones del organismo.
Los gremios denuncian que la reestructuración que busca aplicar la gerencia de Javier Ibáñez apunta a disolver los centros de investigación, cambiar la orientación técnica del organismo reduciendo su diversidad y enfocándola sólo en energía renovable, transportes y alimentos, y reduciendo también los controles de alimentos y otros productos para abrirle el camino al sector privado.
Hoy los trabajadores del INTI marcharán al Obelisco en rechazo del acuerdo con el FMI junto a diferentes organizaciones gremiales y sociales.